viernes, 21 de junio de 2013

Pequeño, pequeñito







El principio de la ciencia comienza por la observación, llegar a la sabiduría requiere a la observación, navegar en este mundo depende de nuestra observación. ¿Por qué es tan importante observar? La observación da cuenta de los cambios y transformaciones por pequeñas y casi imperceptibles que sean y ahí reside su importancia. Para comprender el valor incalculable de ser hábiles observadores escuchemos lo que nos dijo hace once siglos Hazm de Córdoba: “…el incendio en sus comienzos es una chispa.
Todo lo grande empieza por ser diminuto:
de un huesecillo de nada ves nacer el árbol. El inicio de todo, siempre diminuto, su desarrollo y evolución nos llevará de la mano para comprender las consecuencias de todo y cómo es el presente de nuestra  realidad personal, comunitaria y planetaria.

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