martes, 18 de febrero de 2014

Invitación




AY/ GPH
Solemos decir que hay una distancia entre mirar y contemplar, entre oír y escuchar, entre  pasar de largo y detenerse. Es asunto de cultivo de nuestra sensibilidad, apertura, asombro y sorpresa. Cuando sucede que cambiamos nuestra actitud, el mundo cobra otro color, sabor y sentido. Nuestro paso por esta forma de vida es una oportunidad y una invitación para descubrir otra manera de ser, otra manera de estar en el pequeño planeta azul. En el indeleble Campo adentro,  Don Ata dice en su primera estrofa:

Para el que mira sin ver
la tierra es tierra, nomás
nada le dice la pampa,
ni el arroyo ni el sauzal.



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