jueves, 29 de mayo de 2014

El viento




GPH
Nuestro amado desierto es testigo  del esforzado trabajo de sus hombres y mujeres. Las fuerzas naturales son imponentes y ante ellas emequeñecemos. Sin  embargo, como nos recuerdan nuestros viejos sabios: No puede impedirse el viento. Pero pueden construirse molinos.  La diferencia está  siempre en la  actitud  que tomamos.


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