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domingo, 30 de diciembre de 2012

Instantes gratuitos





Me regalo, te regalo, algunas micro contemplaciones[1] gratuitas para hoy, me llevan segundos, un instante…

·      El cielo, la nubes,vienen,se van.
·      La luz dirna,la luz del mediodía, la luz que se escurre.
·      El despuntar del sol.
·      La luna aparece.
·      La espuma del jabón en mis manos.
·      El hervor  del agua para el café.
·      La mirada, la sonrisa de quien amas.
·      El sonido de mis pasos.
·      Las hojas que lleva el viento.
·      El aroma del café.












[1] Contemplar… sólo eso, descansa de pensar.

jueves, 3 de junio de 2010

Alto vuelo

El mundo de mi niñez estuvo precedido por dos seres mágicos, las libélulas y las luciérnagas. Las llamaba como las L, L. La libélula o charchazuga fue la mensajera de las buenas noticias, según el decir de mi madre. Lo creí tan a pie juntillas que ver una libélula fue siempre motivo de profundo gozo, hasta hoy. El mundo sin luz, el de los sueños estuvo iluminado por los resplandores intensos, efímeros cual chispitas, de las luciérnagas. Seres misteriosos que me introdujeron de lleno en la física elemental o cómo producir electricidad. Con el tiempo se convirtieron en lámpara maravillosa para mi titubeante paso en el amor. Libélulas y Luciérnagas tienen en común que reinan en la natura y ante ellas sólo está mi anhelante contemplación. Esa certeza contemplativa la tuvo el buen Onitsura cuando escribió tres líneas:

Por más que digo "¡ven, ven!"
la luciérnaga
pasa volando.