Mostrando entradas con la etiqueta Golondrinas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Golondrinas. Mostrar todas las entradas

jueves, 30 de junio de 2011

La chispa inteligente



Cada cual ve un partido de futbol con diferente mirada y con diferente interés. Para unos la patria y el orgullo nacional están por delante, otros se divierten simplemente y aquellos  lo siguen porque no tienen otra cosa que hacer. Para mí el fútbol me obsequia el pequeño y gran regalo de entender cómo se hace un gol: Las personas inteligentes son capaces de simplificar lo complejo; los tontos, en cambio, suelen complicar lo sencillo[1]. He aquí la explicación de cómo se hace un gran gol. El fútbol que me admira es el fútbol con chispa, es decir, la inteligencia sencilla de una jugada maestra  -combinación de percepción, concentración, oportunidad, flexibilidad, coordinación mientras se va corriendo por el campo-   que culmina dentro de la portería contraria. Por otro lado,el futbol es una metáfora de la vida donde metemos gol cada vez que nuestra tarea esta cumplida.


[1] Inspirado por Gerald Grumet

sábado, 15 de enero de 2011

Cosas menos serias y menos graves

Hay momentos para preguntarse y momentos para responder. En estos tiempos la cotidianidad está llena de preguntas serias, graves, muy graves. Pero con el debido respeto a la seriedad y gravedad de los tiempos igual de importante es para mí seguir viendo cada tarde cómo vuelven a su árbol-refugio los pájaros y a los humedales las garzas. Igual de importante es ver el suave descenso de una tímida hoja del álamo chopo y seguirla entregada al viento que la llevará a tierras tal vez menos serias y graves que la tierra en la que estamos. No olvido que nuestro querido Julio escribió en su libreta: No pregunto por las glorias ni las nieves, quiero saber dónde se van juntando las golondrinas muertas, adónde van las cajas de fósforos usadas.

jueves, 12 de agosto de 2010

El otoño en estas tierras


L a estación de la plena sazón.  La estación compañera del sol maduro.

En estos días,
las viñas se derraman
y los manzanos doblan la espalda por tantos frutos, mientras
las abejas sienten la suave borrachera de la miel que escurre en sus celdas -bajo el ardor del sol que parece interminable- así como los días.

Levanto los ojos, una bandada de golondrinas pasa como una suave ola celestial y deja una estela audible de inolvidables trinos