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GPH |
Cuando un niño pequeño o un niño grande dibuja ,espontáneamente,
una casa, siempre incluye a las ventanas.
Las ventanas son para una casa como los brazos, las piernas y los 5 sentidos
para un ser humano. Una casa sin ventanas es como un ser humano ciego, sordo y
mudo. Además la función de las ventanas es ser un puente entre el mundo
interior y el exterior, un intercambio de aires que entran y salen y se
mantiene el bien ambiente. Las ventanas son indispensables pero su estilo y
materiales así como las dimensiones varían al gusto de cada cual. Sin embargo,
hay otras ventanas invisibles que los
seres humanos podemos tener en gran aprecio y son las ventanas de la apertura
de mente, la ventana de la aceptación de los demás pese a nuestras diferencias,
la ventana del respeto a otros modos de vida, de creencia. La ventana es el alma de una
casa pues gracias a ella entran y salen ideas, afectos, creaciones, pianos,
roperos , humanos, mascotas, visitas y hasta seres microscópicos y mágicos .
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GPH |
Decir Julio Cortázar es
igual a pensar en su inolvidable Rayuela. ¿Qué es Rayuela? Es una novela, es un
juego de niños de cualquier edad, es una escalera.
Entre los inventos humanos más útiles está la escalera. Unir dos orillas, salir del infierno para llegar al cielo,
cruzar aguas turbulentas, gracias a la escalera. Las casas de pisos son
impensables sin escaleras. Las hay elegantes en diseño y materiales y denotan poder,riqueza,status
social. A no poco humanos les gusta ascender por la escalera social y
detenerse para ser aplaudidos en el
barandal de la popularidad. Escaleras, las hay de servicio,estrechas,empinadas.
Sin embargo todas cumplen la misma función y en todas un pie espera al otro y
éste al anterior hasta llegar al final. La escalera es símbolo de ascenso
social o ascenso espiritual y motivo emblemático en la mente de Dante y de
innumerables novelas,poemas,canciones y refranes. ¿Quién no recuerda que “para
llegar al cielo se necesita una escalera grande y otra chiquita” ? Escaleras
de piedra ,madera,metales,pero del esfuerzo, la perseverancia y decisión para
subirlas nadie se escapa. Escaleras al gusto del usuario, del bolsillo y del
espacio y tendremos escaleras imperiales, de caracol y de campanario, escaleras
de incendio y la más hermosa que dice: Si tu levantas un muro de cinco metros
yo construiré una escalera de seis metros para llegar a ti…
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¡Doodle de Google! |
Mi juego favorito de la
niñez fue la Rayuela. Además de las
ganas -siempre alegres, entusiastas y
desbordantes- necesitábamos -mi hermano
mayor y yo- un latita de Nugget
-sí, las de crema para lustrar
zapatos- rellena de tierra ligeramente
lodosa y bien cerrada. Fue el famoso tejo.
Imposible jugar a la rayuela, sin un pedacito de tiza –gis- para marcar las líneas
que delimitaban el cielo y el infierno
con los respectivos escalones que conducen a uno y otro. Hecho lo dicho, a
jugar por horas y probar las hieles del
infierno y las mieles del cielo. Pasaron los años y el niño de ayer leyó la Rayuela
de Julio ,recién nacida. Hoy, Julio
cumple 100 años de haber llegado a este mundo como Cronopio Mayor y más
querido. Eso recordamos y agradecemos. Pero un día llegó para Julio y él dio su
salto definitivo y dejó a la Rayuela en la tierra, mientras volaba sin prisa y
sin pausa al Cielo coronado. Desde
ahí cada vez que retumban los truenos en
el desierto, me digo: es el niño Julio brincando en la Rayuela.
26 Agosto
2014



Donde fue un gran terreno baldío aparecen de la noche a la mañana
infinidad de pequeñas, pequeñísimas casas ,todas iguales, alineadas
simétricamente en largas hileras y detentando nombres en sus calles, retornos y
plazoletas de lo más curiosos –llevados en las alas imaginativas de los
empresarios, ingenieros y arquitectos que planearon tal conjunto habitacional.
A estos conjuntos se les llama en algunos casos "conjuntos residenciales" o en el
lenguaje gubernamental "casas de interés social". Por el otro lado, tenemos
–desde una vista aérea- grandes edificios, llamados rascacielos que conforman
una aglomeración bajo pomposos nombres como "centro financiero", "zona residencial" con el anglicismo vip para personas
de gran poder económico –que no cultural necesariamente- Sea en un polo u otro de las construcciones
de este siglo, me pregunto ¿dónde ha quedo el alma y el corazón de estas
edificaciones? que no trasmiten nada que vaya más allá de funcionalidad barata o
funcionalidad cara. Cuando uno camina en esos dos mundos , experimento
la misma ausencia y la misma pobreza pues algo se ha dejado en el olvido en esas
obras llamadas humanas. Mi querido Luis Barragán describió este problema humano -que no
es sólo arquitectónico: Han desaparecido de la arquitectura las
palabras belleza, inspiración, embrujo, magia, sortilegio, encantamiento y
también las de serenidad , silencio, intimidad y asombro. Todas ellas han encontrado
amorosa acogida en mi alma. Este ser
humano dedicó su vida a la arquitectura e hizo de estas palabras seres vivos y
los encontramos en sus casas, edificios, jardines, urbanizaciones, capillas, casas en el campo y en su propia casa. Quizá
el olvido mayor está en haber dado la espalda a la naturaleza ,quien es toda frescura, alegría, inspiración, formas fluidas y armonía con la estaciones.
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R Adamy/GPH |
La llave maestra para la paz
en nuestro mundo es aprender a convivir cordial y respetuosamente. El primer rasgo que
observamos en la tarea de aprender a convivir
es el de la diversidad. Todos somos
únicos e irrepetibles. Veamos a los
hijos de una misma familia, a los habitantes de nuestros pueblos y ciudades
¿Qué observamos? La diversidad. Etnias, creencias
religiosas,políticas,diferencias sexuales, todo apunta a la diversidad. Por otro lado, los humanos
aspiramos a la unidad -que no significa
necesariamente uniformidad . Volvamos
la mirada a la natura, el reino de
las plantas y de los animales de aire tierra y agua. Todo es diversidad . Pero en el reino humano se
han dado varios intentos históricos de homogenizar al ser humano bajo ideas
políticas, económicas, religiosas y los ejemplos se multiplican. Cuanta más homogenización más rebeldía y cuanta mas rebeldía
menos posibilidad de encontrarnos y convivir
. Rudolph Adamy percibió este asunto y dijo al respecto: La
unidad sin diversidad es algo muerto. La diversidad sin la unidad es un caos
incompresible.