martes, 23 de febrero de 2010

Ligeros

Se puede estar en este mundo grave y pesadamente o ligera y levemente. Ni lo uno ni lo otro es mejor o peor. Escribir, deslizar letras, palabras, conceptos, ideas sobre un papel o en una pantalla de computadora es un acto liviano diferente a tomar un buril o un cincel y grabar una oración en la piedra. Por si misma la ligereza no es mejor ni peor que la grave pesadez. Punto pues a la relatividad y a las circunstancias. Por todo esto no caducará la intuición de Paul Valery al señalar: Hay que ser ligero como el pájaro, no como la pluma. Una parte nuestra de los terrestres es el anhelo de ligereza propia de las aves y de las hojas en el viento. Anhelo pleno de levedad, versatilidad, fluidez y constante transformación. Si así cultivamos a nuestra mente y creatividad, aportaremos algo sencillo y valioso para nuestro mundo.

1 comentario:

Anonymous dijo...

coincido con Valery.
Logra plasmar en èse breve pensamiento el punto de equilibrio del alma evolucionada, quien puede emprender el vuelo con solo mover sus alas y al instante decidir pisar tierra con sus pequeñas patas...todo con el poder de la intenciòn, que aunque escribas, pintes o cinceles la magia radica en còmo danza tu alma al despegar el vuelo...