El avión levanto el vuelo pesada, lenta, esforzadamente en medio de bolsas de aire. El temor estaba dibujado en todos nosotros. Junto a mi viajaba una abuela y su nieto. Pese a los deseos de un vuelo placentero el primer vuelo de este niño estaba siendo terrible. Escuché cómo el niño le decía a la mujer: Abue, pase lo que pase cierro los ojos, te abrazo y no sé que es el miedo. Para nuestra fortuna el vuelo fue ganando en serenidad hasta convertirse en una invitación a la ensoñación como suele sucederme. En ese estado me visitó el recuerdo de Marguerite Yourcenar quien escribió unas cuantas palabras inolvidables sobre el volar, los miedos, el amor y el morir:
ya no le tengo miedo al peligro.
Uno sólo muere cuando está solo.
-Inspirado por Marguerite Yourcenar .Fuegos
1 comentario:
qué hermosa carta,
emana paz y plenitud
que bueno que te escribes
y nos escribes
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