El joven Kobayashi contempla desde el puente de piedra a dos salmones nadando esforzadamente a contracorriente. Pasa por ahí un buen amigo y se saludan. Kobayashi le comenta: Qué duro es para estos salmones nadar tanto para tener que morir. El amigo observó largamente y deslizó estas palabras: Amigo Kobayashi, los salmones nadan esforzadamente a contracorriente porque los lleva el anhelo de volver al hogar en donde nacieron. Me pregunto si aquí tenemos las dos posturas básicas ante la vida y ante nuestro inevitable tránsito, desde hace milenios.
[1] -Inspirado por la película Departures,2008
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