lunes, 14 de febrero de 2011

Antes de ahogarnos

Hay un tiempo para cada cosa y no está en nuestras manos el pensar, equivocadamente, que somos dueños del tiempo. Si no es así pregúntenle a un viejo si puede hacer cosas que requiere el vigor de los veinte años o a pregúntenle a un joven de veinte si tiene la experiencia de un viejo. De la misma manera sucede con las familias, las empresas humanas y las naciones. Puede ser tarde, cuando queremos enderezar lo que andaba torcido. Dígase de evitar a tiempo el calentamiento global planetario, el envenenamiento de ríos, mares, aires y tierras. Un día como suele sucederme a menudo me visitó un proverbio chino en un libro que me prestaron y recuerdo que dijo esto: Aquel que ya se ahogó no le molesta la lluvia. En lo personal guardo una pequeña hoja de mi libreta personal para recordarme aquello que me espera y bien sé que tiene su tiempo y no el que a mí se me antoja.



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