martes, 15 de febrero de 2011

Hemos viajado mucho

Dicen que el dinero bien habido o mal habido no se puede ocultar así como el amor. En el tema del amor, hay amor a los libros y eso no lo oculto. Les comparto una historia verdadera. Conocí a una profesora de secundaria jubilada, apasionada y enamorada lectora. Un día conversamos y fruto de esa conversación fue la siguiente escena. Llegué a un parque público un domingo por la tarde. El parque estaba visitado, entusiastamente, por familias y muchachitos y muchachitas en bicicletas. Vi a un carrito que vendía manzanas acarameladas y algodones de azúcar, otro con frutas rociadas de chile en polvo y así transcurrió la tarde .De pronto apareció un carrito similar a los anteriores guiado por mi amiga quien lo llevó lleno de diversos libros grandes, medianos y pequeños, viejitos y nuevos y con una temática variada. En su carrito estaba un pequeño cartel que decía: Hemos viajado mucho, queremos ser adoptados. Además mi amiga amarró tres globos a su carrito que le daban un aspecto festivo. Sólo quiero mencionar que así como cuando unos echan unos granitos a las palomas así poco a poco se arremolinó la gente junto a su carrito. Unos libros se fueron para no volver como regalo, otros se fueron como préstamo para volver al siguiente domingo. Esta escena la guardo y me llena de profunda felicidad. Así se hace patria y así se despierta el amor latente a la lectura, a los libros, al hábito hermoso de pensar, meditar y actuar con bien. Termino añadiendo que de esta escena fructífera nació mi participación en crear pequeños clubes de lectura.



No hay comentarios: