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miércoles, 7 de septiembre de 2016

Dos reinos

Hay dos reinos amigos que llevan una relación cordial, magnífica desde hace cientos de años.
Me refiero al de los escritores y al de los lectores. Uno sin el otro no subsisten. Por eso su mutuo aprecio gratitud y admiración. Al  formidable escritor  Pedro Lain Entralgo se le preguntó sobre su experiencia como lector. Nos obsequió una trilogía sabia:
La lectura nos regala la compañía del escritor para que conversemos cuantas veces queramos con él a través de la relectura.
La lectura ensancha nuestra libertad pues podemos elegir ser de otra manera,
La lectura nos regala ser más ,es decir, ser mejor persona.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Pequeña casa




Alberto, toledano, errabundo en Sud América. Huérfano de padre y madre, sobreviviente de la guerra civil española. Aprendió a leer y escribir. Fue autodidacta. Su amor por la lectura le llevó a emplearse como vendedor de libros de una editorial española. Viajó por toda América castellana de país en país, de ciudad pequeña a ciudad grande y a la inversa. Un día hizo un resumen de su trashumancia: “… He vivido en unos cien hoteles. Nunca he comprado un libro pero todos los libros que vendo los he leído de cabo a rabo en las infinitas horas en los autobuses, en las rutas bajo todo paisaje y todo clima, con el estómago vacío pero el alma caliente" No tuvo casa propia ni casa fija. Para rematar concluyó: “…mi pequeña casa son los libros y los echo a volar, eso sí bien recomendados a mis clientes pues los he leído para ellos primero”  Un día lo encontraron dormido en un autobús arropado por su abrigo y arropando un volumen de Azorín: La ruta de Don Quijote. Alberto hizo su propia ruta, de pueblo en pueblo, dejando la semilla de la lectura y de la amistad. Fue llorado  por niños y viejos. Uno de esos niños fui yo.




jueves, 3 de marzo de 2011

Un buen libro


El libro, como lo conocemos, ha experimentado en sus quinientos años de vida desde el invento de Gutenberg una incesante cadena de transformaciones entre las que destaca su democratización, es decir, que los incontables lectores pueden acceder a ellos desde ediciones costosísimas hasta sencillas presentaciones rústicas. Lo que en un inicio fue el privilegio exclusivo de pocos ahora es alimento de millones. Si un día se habló de la multiplicación de los panes y de los peces se puede hablar de la multiplicación de los libros con sus millones de páginas y sus playas galácticas de letras. Desde los tiempos de Gutenberg, los embajadores presentaban a los gobernantes hermosos libros como regalos del país de origen. En tiempos recientes esos regalos tienen mensajes claros o subyacentes como cuando el Presidente de Venezuela regaló a su par de Estados Unidos el libro de Eduardo Galeano: Las venas abiertas de América Latina. Hoy, sin duda, sigue siendo un hermoso regalo el compartir libros. Para la milenaria China, el libro ha sido un objeto de alta estima y se ha inmortalizado su valor acuñando esta expresión: Un buen libro es una casa de oro.


martes, 15 de febrero de 2011

Hemos viajado mucho

Dicen que el dinero bien habido o mal habido no se puede ocultar así como el amor. En el tema del amor, hay amor a los libros y eso no lo oculto. Les comparto una historia verdadera. Conocí a una profesora de secundaria jubilada, apasionada y enamorada lectora. Un día conversamos y fruto de esa conversación fue la siguiente escena. Llegué a un parque público un domingo por la tarde. El parque estaba visitado, entusiastamente, por familias y muchachitos y muchachitas en bicicletas. Vi a un carrito que vendía manzanas acarameladas y algodones de azúcar, otro con frutas rociadas de chile en polvo y así transcurrió la tarde .De pronto apareció un carrito similar a los anteriores guiado por mi amiga quien lo llevó lleno de diversos libros grandes, medianos y pequeños, viejitos y nuevos y con una temática variada. En su carrito estaba un pequeño cartel que decía: Hemos viajado mucho, queremos ser adoptados. Además mi amiga amarró tres globos a su carrito que le daban un aspecto festivo. Sólo quiero mencionar que así como cuando unos echan unos granitos a las palomas así poco a poco se arremolinó la gente junto a su carrito. Unos libros se fueron para no volver como regalo, otros se fueron como préstamo para volver al siguiente domingo. Esta escena la guardo y me llena de profunda felicidad. Así se hace patria y así se despierta el amor latente a la lectura, a los libros, al hábito hermoso de pensar, meditar y actuar con bien. Termino añadiendo que de esta escena fructífera nació mi participación en crear pequeños clubes de lectura.



jueves, 13 de enero de 2011

Libros y lectores

La ciudad de Guadalajara, en el nombre de México, es la anfitriona anual de la Feria Internacional del Libro o FIL. Sin duda es un gran acontecimiento cultural que convoca s notables empresas editoriales, escitores, publicistas, comunicólogos y público. Las ventas suelen ser notables y notable un lado penumbroso sobre nuestro presente nacional. Resulta que las editoriales mexicanas cada día son menos y las extranjeras en lengua castellana son mayoría abrumadora. Pero lo más relevante es que nuestro promedio de lectura nacional es de 2.5 libros por año per cápita. Como dijo un conocido escritor mexicano: esta fiesta es como si alguien ordena una cena para sus amistades pero el dueño de la casa no sabe cómo se emplea la cuchara, el tenedor y el cuchillo. Gran tarea tenemos en nuestros hombros en este inicio de siglo…

martes, 21 de septiembre de 2010

Ser encontrado


El joven Kobayashi buscó trabajo después de haber sido cesado. Un día mientras comía, hojeando el periódico, vio un aviso que anunciaba un trabajo bien pagado, para esforzados, aún cuando no tuvieran experiencia. Por un error de redacción pensó que se trataba de una agencia de viajes. Llegó a la empresa y al ser entrevistado su sorpresa fue mayúscula pues la empresa se dedicaba a viajes al otro mundo, es decir, preparar los cuerpos de los fallecidos para su último y definitivo viaje cuando el tiempo en este mundo está agotado. Su futuro jefe lo miró detenidamente y le dio el trabajo. El joven aspirante Kobayashi, estuvo decidido a no aceptar semejante trabajo. El jefe le dijo: Primero prueba y si ves que tú no eres para este trabajo renuncias, pero ten en cuenta que este trabajo te buscó y te encontró a ti. Así suele suceder, por ejemplo con los libros amigos. Me sucede que ellos me encontraron cuando yo andaba distraído.


[1] -Inspirado por la película Departures,2008/ La fotografía del niño econtrado por la lectura es de André Kertesz





domingo, 25 de abril de 2010

Pensando en tí

Una amiga mía se llama Irene que significa Serenidad en griego .Irene es escritora, viajera por el mundo pero sobre todo, un ser humano de gran bondad, con una forma de conversar que es música para los oídos. Nos contaba que un día llegó al Palacio de Potala en el Tíbet y ahí descubrió lo que significa escribir cuando contemplaba como el viento agitaba y se llevaba, a veces, esos cientos de banderas de colores que los tibetanos cuelgan en sus santuarios. Escribir es dejar que el viento lleve tu semilla hecha palabra para que caiga y fructifique en donde sea más necesaria. Por eso suelo decir que son los libros los que nos encuentran a nosotros y no tanto que nosotros los encontremos a ellos. Sobre todo, los libros que dejan huella en nuestras vidas. Por otro lado Irene nos contaba que un día un jovencito se acercó y le dijo entusiasta: ¡Irene he leído tu libro! Irene le respondió: Muchas gracias, lo escribí pensando en ti. Hay una adecuación misteriosa entre quien escribe y quien lee –independiente de cuándo se dé el encuentro entre escritor (a) y lector (a) - y esa adecuación se convierte en un vínculo para toda la vida.