Para nosotros la vida se divide en día y noche. De día solemos sentirnos seguros y cómodos. Hemos aprendido, por otro lado, que la noche es sinónimo de inseguridad y miedo, aunque la noche por sí misma es sólo eso, noche, como el día es día. De aquí que desde niño me inquietaba imaginarme que sería para los árboles, las aves, los caballos y los perros el que viniera la noche y transitaran por ella. Entre todos los seres vivos me quedo con los árboles. Los árboles grandes, medianos y pequeños ignoran nuestros miedos e insomnios nocturnos y mientras sus raíces y sus ramas conversan, duermen ahí muchos pájaros que encuentran el cobijo en ese follaje materno.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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