domingo, 13 de febrero de 2011

De luz y sonido

Leer requiere de luz. Apreciar una pintura requiere de luz.
Disfrutar de la música no requiere de la luz.
He aquí que, estamos ante dos reinos interdependientes: la luz y el sonido. La luz es inseparable del arte de escribir, del arte de leer, del arte de pintar y contemplar la pintura. Mas componer y escuchar la música puede hacerse en el mundo de la no-luz. Sin embargo el arte de la música, el escuchar es un misterio que dura el instante en que aparece el sonido y deja de estar. La lectura y la contemplación de la pintura nos trasmiten una sensación de extendida temporalidad. Si como hablamos de tiempo y del espacio como presupuestos de la realidad, así decimos de la luz y el sonido como presupuestos de las artes.


-Esta reflexión se me ha presentado ante la inesperada contemplación de una pintura de Rembrandt y el placer de escuchar el Andante Cantabile de Rachmaninoff






 



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