miércoles, 18 de mayo de 2011

Escribiendo

1899-1961

Cada cosa tiene su lugar y cada acción tiene sus condiciones y circunstancias. Lo anterior queda ilustrado en un pasaje de la vida de Ernest Hemingway el laureado escritor –quien tuvo debilidad por los alcoholes- Pese a ello llegó a escribir magníficas obras porque fue leal a una convicción que en sus palabras decía así: Puedes escribir ebrio pero edita sobrio. Hay ciertas debilidades y permisividades humanas que tienen un claro límite: nuestra responsabilidad personal. Hemingway fue escrupuloso en la revisión de sus manuscritos y lo hacía sin una gota de alcohol encima. Por tanto, no es la ausencia de debilidades lo que nos dignifica sino el saber ir más allá de ellas con una actitud genuina.

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