sábado, 9 de noviembre de 2013

Ajustar




Nuestro desierto  amado tiene su carácter y es de extremos: viento, frío, calor, nieve, sequía, todo entero y nada a medias. En respuesta a este entorno se forman los hombres y las mujeres de estas tierras. Gente del campo, rancheros, vaqueros, ganaderos, mineros y albañiles, “traileros” y carteros, todos saben que el secreto para vivir en esta parte del mundo es tener un buen talante, una actitud decidida y práctica. El cartero que me visita a menudo me regaló una pequeña hoja con este texto que resume la vida de nuestra gente: El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas [1].




[1] William Ward.

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