miércoles, 29 de enero de 2014

De bruces




GZ / gph
Irse de bruces, tropezarse, caerse, rodar por el suelo, es una experiencia que además del dolor, la mortificación, el riesgo y la pena que conlleva   -si es en público- nos pone cara a cara con una parte descontrolada de nuestro ser, con nuestra vulnerabilidad y echa por tierra la erguida postura distintiva de los mamíferos  bípedos pensantes y sintientes. De todo lo citado me quedo con lo de irse de bruces[1]. Palabrita que significa los labios de la cara. Nuestro querido Gabriel Zaid  nos ha regalado una breve y amorosa anotación al respecto -que se antoja como echarse un clavado en el espléndido océano.

Me fui de bruces en tus ojos.
No tenían fondo





[1] Encontrarse de frente y de manera inesperada con alguien

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