GPH/ARGELIA |
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
lunes, 30 de junio de 2014
Cualquiera
domingo, 29 de junio de 2014
Paso a paso
Tabárez y Del Bosque |
viernes, 27 de junio de 2014
Agresiones futboleras
Insultos verbales, gestos,
agresión física –cabezazos, patadas ,codazos, escupitajos, dentelladas- todo esto
ha sucedido y sucede en el fútbol. Estos son los accidentes pero el fútbol no
se queda en eso y su espíritu como deporte, competencia, entretenimiento, va
más allá. En la teoría los dos equipos lo saben, así como el árbitro y sus
asistentes, los entrenadores, jugadores de la banca y cuerpo técnico. Pese a
ello y pasada la devoción del himno nacional de inicio, surge el fragor del
partido y la marea de sentimientos y pasiones que igual lleva a la alegría, a
las lágrimas o a todas las agresiones mencionadas. En lugar de matarnos con
piedras y lanzas y sacarnos el corazón los humanos hemos canalizado en el
deporte la energía, arrojo y otras actitudes que antes teníamos ante los animales
prehistóricos o la manada de hienas. El deporte va más allá de las balas, las
explosiones mutilantes y se circunscribe a un juego rudo ,por naturaleza, de
gran esfuerzo e impacto corporal. Pero quede claro que este deporte no es tomar
el té y jugar a la baraja. Sin hacer apología de la agresión por sí misma, son
necesarias las reglas básicas de convivencia y respeto. Me temo que la
ponderación del “contexto” en el que se dan las jugadas rudas se escapa ,a
veces, de las autoridades del deporte, en este caso la FIFA. ¿Qué tendrá de
cultural el hecho de que la agresión física, es por sí misma, más grave que
escuchar la ofensa verbal punzante de un jugador al mentarle a su madre a otro
jugador, o mencionarle su origen étnico como suele ser común hacia los
africanos? Mucho material para meditar, cambiar y seguir humanizándonos sin
perder de vista que este deporte es rudo, hermoso y terminas sudado,lloroso,con
barro hasta la nariz,raspado,insolado y de remate expulsado de la cancha y con
el partido perdido al hombro. Futbol, reflejo de la vida , espejo en el que nos
miramos casi todos…
jueves, 26 de junio de 2014
Tarjeta amarilla y roja
Una tarjeta es un cartoncito
pero en el nombre, pero el material puede variar y hoy las tarjetas son de reciclados, plástico y no sólo de papel. Las tarjetas tienen diversos
usos pero en el campo del fútbol su vida
es reciente. Fue en 1970 cuando se emplearon por primera vez en el partido
entre México y la Unión Soviética. La tarjeta amarilla significa amonestación
y la roja es expulsión del campo. El campeonato mundial de futbol es una suerte
de Torre de Babel. Con las tarjetas ningún jugador se queda sin comprender la
consecuencia de sus acciones en el campo de fútbol, más allá de su lengua natal.
El árbitro, por su lado, tiene la tranquilidad de ser comprendido sin palabras y
el amarillo o el rojo pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte
futbolística. ¿Cómo sería este sistema de tarjetas aplicado a los conductores
de vehículos, a los deudores de impuestos, en la disciplina escolar o con los diputados y senadores durante los partidos verbales
que protagonizan?
miércoles, 25 de junio de 2014
El Silbante
En Nueva Zelanda en 1883 un
árbitro no podía hacerse escuchar por los jugadores de fútbol que estaban
alborotados y gritaban continuamente. El árbitro tomó de su bolsillo un silbato y lo empleó
por primera vez y el juego se detuvo. A
partir de ese día hasta hoy el silbato se emplea con gran eficacia y con
variedad de tonos según que sea el inicio o la finalización del partido, el
medio tiempo, un tiro libre o de penal. El sonido del silbato lo recordamos los
aficionados y los jugadores pues su huella es indeleble indicando triunfo o
tragedia. Algunos comentaristas han llegado a nombrar al árbitro como “el
silbante” y ese pequeño instrumento es un rayo que recorre de punta a punta
todo el estadio y resuena en el mundo entero.
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