¿Alguna vez nos ha
acontecido que al sacar un libro, un
plato o una taza, se nos ha venido encima todo el armario? Le llamamos el efecto cascada. Ya sabemos cómo sigue la escena: levantar los pedazos, las
hojas sueltas y volver a empezar. Hubo una causa, tal vez insignificante pero
detonó un efecto multiplicado y multiplicador -una cadena de consecuencias. Esa
pequeña o pequeñas causas tienen que ser identificadas para poner el adecuado
remedio. Así veo, con innegable dolor y tristeza que el dueño de casa, el que
se lavó la cara, barrió el patio y sirvió la mesa, terminó por el suelo arrollado, abatido, sin saber de
dónde le llegó de forma apabullante y desbordada una andanada de 7 goles. Sólo
le alcanzó la fuerza para que un
muchachito llamado Oscar hiciera un gol bastante decente que dejó sentado al
portero Neuer –quien gozaba pensando que
se iría invicto. En nuestra alma latina ,sabemos que lo que sucede en la cancha
se reproduce viralmente fuera de ella. Si ganamos los festejos son intensos, sonoros
y las plazas se llenan. Pero lo contrario también sucede y en el caso brasilero
el tsunami alcanzará, espero equivocarme rotundamente, niveles de depresión,pesimismo, descontento y
hostilidad colectiva, algunos actos llamados vandálicos como expresión de la
frustración masiva. Más aún, opinan algunos analistas, que los daños golpearán a los gobiernos locales y al federal. El efecto cascada de un juego de futbol que se sentirá largamente en la
memoria afectiva y colectiva de nuestros queridos amigos y hermanos brasileiros.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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