martes, 9 de junio de 2015

Colores de nuestra casa

En los momentos y días de alegría como en los de tristeza, pérdida y depresión es de gran ayuda recordar nuestro espacio  y nuestro tiempo en el cosmos  y en nuestro pequeño planeta azul. La historia que nos precede comenzó hace 13,700 millones de años con la gran explosión  -Big Bang-  que se parece a una gran roca que explotó y se convirtió en millones y millones de partículas que por la fuerza misma fueron proyectadas al espacio y comenzaron un proceso de expansión y de evolución  dentro de un mar de fuerzas, energías e interacciones químicas como gases y líquidos. En el caso particular  de la formación de nuestra amada Tierra la historia es más reciente ,unos 4, 500 millones de años. Las llamadas rocas son curiosamente seres que evolucionan y se transforman por la acción de las condiciones ambientales. La tierra ha tenido su etapa negra de basalto , su etapa azul de los océanos en formación, su etapa gris  de granito,  su etapa roja  de la fotosíntesis y oxidación , su etapa verde de la biósfera  -aparición de plantas, animales y humanos pensantes que aparecimos hace unos 150 mil años, es decir, hace un pestañeo en el tiempo- la etapa blanca  o ciclo de nieve  e invernadero. De ahora en adelante este proceso no se detendrá hasta que nuestro sol se apague  -entropía-   y ese día o final del gran juego será dentro de unos 5 mil millones de años.  De tal manera que, más que decir “salvemos al planeta” hay que decir y hacer un salvemos la vida humana y las formas de vida de las consecuencias que nuestras acciones depredadoras están causando. Dicho en términos más sencillos: el enemigo no está fuera de nuestro pequeño planeta ni habita en un punto lejano de nuestro sistema solar y galaxia. El enemigo está en nuestra casa y somos nosotros mismos con nuestro atolondrado e irresponsable estilo de vida ¿Estaremos a tiempo? Ruego para que no le demos la vuelta a este punto.   El planeta seguirá con y sin nosotros en los próximos miles de millones de años y otras formas de vida también, pero nuestra familia humana puede  desaparecer más rápido de lo que imaginamos.[1]




[1] Inspirado por los escritos del gran Robert Hazen.

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