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jueves, 16 de diciembre de 2010

El pensamiento semilla

He sentido una particular curiosidad por la frases proféticas que los mayores proferían cuando fui niño y adolescente: Por ejemplo no olvido que alguien dijera: Así no llegaras a ninguna parte, te vas a volver loco, terminaras en la ruina, ve por el mundo que el mundo es tuyo. Cada cual puede hacer su propio recuento de frases. El hecho es que las frases suelen caer como la semilla en el surco y si encuentran condiciones propicias germinan o se quedan en estado latente. Es grande el número de seres humanos que dicen haberse convertido en las frases que les fueron dictadas o en aquellas que fueron aprobadas por uno mismo. Toda esta experiencia humana reunida comprueba la gran afirmación búdica que dice así: Aquello en lo que piensas es aquello en lo que te conviertes.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Recóndito

Los humanos solemos presumir de ser dueños de nosotros mismos, jinetes de nuestro caballo y amos de las riendas. Sin embargo hay momentos de la vida en que un infortunio, un dolor, un enojo nos visita y nos paralizamos por minutos, horas, días o años. Pero en el fondo de nosotros sentimos, más allá de nuestro propio ruido, que
nuestros pies caminan aunque estemos parados,

nuestras manos se abren aún cuando tenemos los puños cerrados,

las puertas se abren aunque insistimos en cerrarlas.

Es la vieja lucha entre la mente endurecida y el corazón que sabe lo que es bueno para él, aunque sea en el fondo, muy en el fondo.

Ese ser humano, más allá de los nombres, de los títulos, ese es el que nos espera y al que tarde o temprano hemos de escuchar.