Los seres humanos podemos ser comprendidos,tal vez, como suspirantes y aspirantes del amor. Algunos son practicantes avanzados y han dado muestras de su gran generosidad para con otros seres humanos. Tenemos el caso de los científicos, humanistas, profesores de escuelas, artistas, luchadores sociales y un amplio etcétera. Sin embargo, cada ser humano cultiva una pequeña parcela donde su acción y su presencia transforma al mundo y lo modifica apenas perceptiblemente. Jean de la Fontaine tuvo la feliz imaginación para decirnos: Nadie tiene dominio sobre el amor, pero el amor domina y permea todas las cosas. Me animo a interpretar que en el fondo de las acciones de la mayor parte de los seres humanos, hay una conciencia e intencionalidad dirigida al amor -y en algunos casos queda nublada y oscurecida.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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lunes, 25 de febrero de 2013
jueves, 17 de febrero de 2011
Algo más que saber leer
He recibido con alegría una campaña para fomentar el amor a la lectura y a los libros. ¡Qué buen intento, una vez más.! Deseo fervientemente que se mantenga más allá de nuestras inercias y de nuestros entusiasmos temporales, veleidosos, volubles. Se suele señalar por parte de los investigadores en los temas sociales que no basta con aprender a leer o a tocar el piano. Hace falta el cultivo diario hasta que se convierta en hábito, disfrute y maestría. Cuando el hábito no se forma ni se enraíza tenemos a personas que son alfabetas funcionales porque sólo saben leer pero en la práctica son analfabetas. Dicho en otros términos, el tener un piano no me convierte en pianista. Einstein precisó: La persona que lee mucho y usa su cerebro muy poco cae en hábitos perezosos de pensamiento. Además del placer de leer, la lectura adecuada nos despierta la habilidad urgente de saber pensar, de saber plantearnos problemas humanos y llegar a la solución metódicamente. Este es,entre otros, el propósito práctico de leer en una nación.
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