El escritor, como el lector, tienen sus
razones y su afectos para escribir y para leer. En la práctica ni los escritores
conocen ni conocerán jamás a todos sus lectores y son raros los lectores que
conocen personalmente a sus escritores favoritos. Los escritores y los editores
de las grandes, medianas y pequeñas casas periodísticas han intuído lo que una
de las más antiguas y prestigiadas revistas italianas [1] dijo
hace mas de 160 años (1851) Entre quien escribe y quien lee corre una comunicación de
pensamientos y afectos que tiene mucho de amistad y que a menudo llega a ser
casi una secreta intimidad... Sorprende que esa
intuición para una edición en papel tiene
la misma vigencia y actualidad en el espacio sutil e invisible de la red
de redes o internet. Por eso ,al
escribir ,veo y siento con gran afecto y amistad a los destinatarios de mis líneas desde el
desierto, como un río que fluye.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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domingo, 7 de abril de 2013
sábado, 23 de abril de 2011
Miguitas
Puede ser Paris, Buenos Aires, Nueva York o la Ciudad de México. Siempre he de mirar a lo alto pues estas ciudades son el sinónimo de altos, altísimos edificios. Cada edificio con sus historias, una o varias en cada piso, en cada ventana. En una de esas ventanas de un mínimo departamento vive Julio con un jardín suspendido en el aire, para su particular regocijo que lo describió así: Aquí en mi balcón del 3er. Piso tengo un árbol lleno de gorriones, grandes amigos míos desde que les desmigajo pan en la ventana. A las seis de la mañana me picotean insolentemente en las persianas, reclamando su ración. Así es la cadena amorosa de la interdependencia donde unos toman las miguitas producto del trabajo en las letras, trabajo alimentado por los lectores que a su vez se nutren unos de la docencia, otros haciendo pan o son pintores.
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