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viernes, 29 de julio de 2011

Si tienes




Llanganuco/Huascarán
Recuerdo que en ese otoño me asomaba a comprender el sentido de vida de los grupos étnicos de América del Norte. Seres humanos conocidos por los blancos como pieles rojas y más abajo en nuestro desierto como apaches. Mi maestro de antropología filosófica  nos guiaba por esos senderos. De esas horas quedó en mi la nueva conciencia de, que nosotros somos parte de la naturaleza y la naturaleza se expresa a través de sus cualidades. Esas cualidades observadas por nosotros posibilitan que nos convirtamos en seres humanos plenos, compasivos, constructores. Mi maestro nos regaló al final del curso un recordatorio personal y yo tuve en fortuna recibir esta frase en una pequeña tarjeta escrita por él: Si tienes la paciencia de la tierra, la pureza del agua y la justicia del viento, entonces eres libre.

sábado, 14 de agosto de 2010

La Quintaesencia


Las personas agradecidas como aquellas que reconocen el valor de las demás personas y lo expresan me caen bien, muy bien. Esta preferencia la aprendí, como otras tantas actitudes, de mi padre y de mi madre quienes tuvieron una expresión en común. Solían decir algo así como: Te fijaste, Merceditas es la quintaesencia de la bondad. Yo no tuve ninguna duda de la bondad de la tía Merceditas. Lo que no entendí fue eso de la Quintaesencia. La quinta esencia se traduce del latín como el quinto elemento o esencia y deriva, a su vez de la creencia griega y de la alquimia medieval en la más pura esencia de una substancia. Así, cuando aplicamos la Quintaesencia, hablando de personas, es el más alto calificativo de que les podemos dar.