viernes, 21 de diciembre de 2012

Encuentro venturoso






Los seres humanos buscamos la ayuda en los momentos complicados, en las encrucijadas del camino y cuando sentimos que la desesperanza ronda a nuestras vidas. Cuando esa petición nuestra es escuchada hay que estar atentos para percibir la señal ,por mínima que parezca. La señal, el mensaje, puede presentarse bajo mil vestimentas diferentes. A lo largo de mi navegación he tenido la inconmensurable fortuna de ser encontrado por un callado y discreto libro en alguna  librería de esas que habitan en silencio y en penumbra. Cuando he vivido un encuentro venturoso he recordado con gratitud a Marcel Proust: El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma. 





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