Hermenegildo Anglada Camarasa |
Suele aplicarse el término sencillo, tanto a las personas como a las plantas y a
las flores en particular. Si supiéramos ver al ser humano en profundidad descubriríamos
su belleza genuina independientemente de los factores que le rodean. Las
llamadas sencillas flores del campo
tienen la plenitud de su belleza independientemente de si están en un llano, en
un recodo del camino o en un risco. El mensaje de las flores[1]
a los caminantes es: nuestra breve vida está justificada por sí misma, pero
nuestra plenitud es mayor cuando somos tu gozo para la vista, para el olfato o
el tacto…tu efímera compañía.
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