miércoles, 23 de octubre de 2013

Plenitudes







Como decimos en el desierto ranchero, “…hay tiempos en que queremos pero no tenemos y tiempos en que tenemos pero ya no podemos. Así comentaban dos amigos viejos y viejos amigos. Lo referido al tema del tener no queda sólo en un asunto de centavos –económico- sino que se traslada a otros aspectos de nuestra humana vida. Los jóvenes tienen energía para derrochar pero les falta la experiencia de la vida -que al viejo le sobra cuando la energía física le ha abandonado. El buen Jorge Luis Borges vio más allá de su ceguera la grandeza de toda vida y anotó: La vejez no es simplemente una declinación, una pobreza. La vejez es una plenitud también, porque en la vejez entendemos las cosas.  Es alentador comprobar que cada etapa de la vida tiene su propia plenitud y es correcto decir que se ha de aspirar a ser niño pleno, joven pleno y viejo pleno.

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