viernes, 11 de abril de 2014

Esclavos y dueños

GPH
Nuestra gente del desierto es conocida por su modo de hablar y de conversar. Para el forastero suele parecerle un lenguaje "golpeado" seco,breve como código telegráfico. Pero para el buen observador todo eso es  el envoltorio   -como la cáscara dura  que cubre a la nuez  con un aroma y eco del desierto. La gente que ha vivido muchos veranos y otros tantos inviernos es ,por lo general, buen discípulo y hasta maestro en estas tierras. Así que cuando de decir palabras se trata, casi siempre está a flor de labios la palabra justa y sentenciosa.Me tocó escuchar  una de esas perlas a Don Carlitos cuando le dijo a  su nieto que ingresaba a la universidad:  No se olvide 'mijo' es usté  esclavo de sus palabras pero dueño de sus silencios, adminístrelos bien.

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