lunes, 8 de septiembre de 2014

El descanso





R Alberti
Nadie sabe dónde nació a menos que se lo cuenten. Nadie sabe dónde morirá a menos que lo, imagine. Dos polos del continuo de la vida ignorados para nosotros. Y sobre dónde descansar después de los afanes de la vida, cada cual echa a volar la imaginación de sus deseos. Que si junto al roble o el encino, que si en la mar o en el río que corre, junto a los padres que le trajeron al mundo u otros seres amados como mujer, hijos.Los que lejos se fueron quieren ser devueltos a la tierra que les vio nacer y otros quieren seguir siendo libres al viento y piden que sus cenizas las lleve el cielo en sus alas. Mi querido Rafael Alberti no fue la excepción, como buen hombre de mar -que también fue marinero tierra adentro. Así lo dijo: Si mi voz muriera en tierra 
llevadla al nivel del mar
 y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar 
y nombradla capitana 
de un barco bajel de guerra.


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