domingo, 7 de septiembre de 2014

Las tres R




J Galtung Institute
Desde las figuras míticas de Caín y Abel con su desembocadura en el primer fratricidio de la humanidad hasta la violencia casi infinita en el siglo 2,1 tenemos un principio que se cumple puntualmente: violencia engendra violencia y violencia engendrada se reproduce  -como incendio en la pradera del desierto-  hasta hacerse pandémica, o viral. Llámese peleas entre hombre y mujer, padres e hijos, señores y siervos, patrones y obreros, gobernantes y gobernados hemos de preguntarnos por:

- Buscar la raíz del conflicto para ir a él y resolverlo.
- Trabajar en la reconstrucción  de   -los platos rotos-
- Trabajar la reconciliación de las partes en el conflicto[1]

Para pasar de un círculo vicioso de la violencia  a un círculo virtuoso  de la convivencia es indispensable vivir los tres pasos. No ir a la raíz es dejar intacto el problema. No reconstruir los platos rotos es quedarse con la herida abierta y la casa caída. No reconciliarse es acumular dolor, odio que es combustible listo para cualquier llama. Sea Ucrania,Palestina,Israel,Irak Afganistan,los Mapuches, los indígenas mexicanos o los afroamericanos  tenemos –con sus particularidades- violencias, que esperan urgentemente que demos los 3 pasos.




[1] Me inspiré por Johan Galtung, hombre de paz.

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