Cada pueblo tiene su sentido de la belleza, una estética propia -que es reflejo de su historia, de su ambiente natural marcado por el clima particular. Nuestro desierto ,desde tiempo ancestral, es para mí un mundo con artes brotadas de la tierra. Las casas se construyeron con adobe, tierra cocida bajo el sol. Sin ningún aderezo de color ni refinamiento al tacto -respetando la textura y el color natural de la tierra. Los muebles domésticos y de las escuelas fueron trabajados con madera al natural mostrando sus venas y la huella del tiempo, las ropas reprodujeron los colores de la tierra en variados tonos terracotta -tierra cocida- Los metales se trabajaron en yunque y forja para elaborar las herraduras, clavos, aparejos de labranza y transporte como ruedas para las carretas. El pulimento, el brillo, las finas texturas, los acabados brillantes y el colorido -que no fuera el de la tierra misma y el de los metales originales - no fueron importantes. Estas pequeñas observaciones nos muestran una relación de inmediatez, de comunión entre los hombres mujeres y su entorno que dio como resultado un mundo con artes de la tierra.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
jueves, 23 de julio de 2015
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