viernes, 15 de octubre de 2010

No sabíamos

Un día, alguien pintó,
otro día alguien compuso una canción,

otra noche fue el nacimiento de un poema.

Así sucedió, un día fueron jóvenes y desconocían su destino que hoy admiramos convertido en

el gran escritor,

el gran pintor,

el gran músico  -igual hombre que mujer, igual mujer que hombre.

Uno expresa lo que siente que debe salir y volar para convertirse en palabra de otros y canción de otros labios, Mis Cartas no son la excepción. Mientras juego con las palabras recuerdo a Marina que nos dejó estas líneas:

Mis versos, escritos tan temprano
que no sabía aún que era poeta,
inquietos como gotas de una fuente,
como chispas de un cometa.

[1] Marina Tsvatáieva (1892-1941)

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