Las nubes llegan y se van, dan sombra y llueven y no saben que les llamamos nubes,
la fuente corre,canta,brinca,nos alegra,y no sabe que le llamamos fuente,
a nosotros nos dieron un nombre y en aquellos días no tuvimos consciencia
ni de nuestros padres ni del nombre.
La nube en lo alto,la fuente en lo bajo, se ríen benévolamente de nuestras falsas importancias y preocupaciones.
La nube en lo alto,la fuente en lo bajo sólo saben y, saben bien, qué es caminar y cantar...
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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miércoles, 15 de mayo de 2013
viernes, 15 de octubre de 2010
No sabíamos
Un día, alguien pintó,
otro día alguien compuso una canción,
otra noche fue el nacimiento de un poema.
Así sucedió, un día fueron jóvenes y desconocían su destino que hoy admiramos convertido en
el gran escritor,
el gran pintor,
el gran músico -igual hombre que mujer, igual mujer que hombre.
Uno expresa lo que siente que debe salir y volar para convertirse en palabra de otros y canción de otros labios, Mis Cartas no son la excepción. Mientras juego con las palabras recuerdo a Marina que nos dejó estas líneas:
Mis versos, escritos tan temprano
que no sabía aún que era poeta,
inquietos como gotas de una fuente,
como chispas de un cometa.
otro día alguien compuso una canción,
otra noche fue el nacimiento de un poema.
Así sucedió, un día fueron jóvenes y desconocían su destino que hoy admiramos convertido en
el gran escritor,
el gran pintor,
el gran músico -igual hombre que mujer, igual mujer que hombre.
Uno expresa lo que siente que debe salir y volar para convertirse en palabra de otros y canción de otros labios, Mis Cartas no son la excepción. Mientras juego con las palabras recuerdo a Marina que nos dejó estas líneas:
Mis versos, escritos tan temprano
que no sabía aún que era poeta,
inquietos como gotas de una fuente,
como chispas de un cometa.
[1] Marina Tsvatáieva (1892-1941)
viernes, 23 de abril de 2010
Espejos
Narciso se vio por vez primera en la fuente, los antiguos pulieron planchas de cobre para verse en ellas. Hoy con las ciencias a cuestas y en especial la de la mente preguntamos: ¿Quiero saber quién soy yo? Sí, entonces pregúntaselo al Tú, que es tu espejo. Eco de esa pregunta es el inicio, hermoso, de un soneto de Octavio Paz: El mar, el mar y tú, plural espejo…Cuánta dicha la nuestra contar con la mar y la mar de tus ojos que son el espejo donde descubro quién soy y donde tú te reflejas en un andante cantábile amoroso.
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