Dice la sabiduría humana
acumulada y trasmitida que hay un tiempo para soñar y hacer realidad, para sembrar,
cultivar y cosechar. Este primer día del año, literalmente, he tomado entre mis
manos unas cuantas naranjas –citrus
sinensis- que me ha regalado el pequeño naranjo que me acompaña en el callado jardín interior.
Aroma, color, textura, resplandor, todo hace honor a su nombre que en otras
lenguas se le dice fruta de oro como
recuerdo asociado al sol. Cierto es,
porque todo fruto en el mundo se gesta gracias al sol, el aire, el agua y el
cuidado amoroso. Unas cuantas naranjas o
narandan en lengua tamil, narensh en
persa, ,narang en sánscrito, naranjah en árabe, laranja
en portugués, arancia en italiano, orange en francés y
aurantium en latín por su recuerdo del oro. Otro mundo será lavar
cada una de las naranjas y tomar una de ellas pelarla lentamente y sentir como
exhala su aceite con ecos lejanos en el tiempo y en el espacio que cubre a toda la evolución. Beberla es oro líquido,
un placer ,una alegría ,un regalo de sorbo en sorbo. El universo cabe en una de
mis pequeñas naranjas cosechadas hoy, en el primer día del año. Día de gratitud
y alegría.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
martes, 1 de enero de 2013
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