martes, 16 de abril de 2013

Algún día








Una de las  horas mas angustiosas para cualquier padre y madre es perder a uno de sus hijos  momentáneamente  y en consecuencia el reencuentro ilumina de sentido y felicidad  a la vida.  De manera similar, sucede con nosotros mismos. Podemos ir por la vida tan vertidos hacia la exterioridad, extraviados e inmersos en una vida de autómatas hasta llegar a sentir que somos, para nosotros mismos, un territorio desconocido que nos genera un temor y temblor como decía Kierkegaard. Nuestro buen Pablo Neruda viajó mucho por el mundo hasta que un día se detuvo e hizo esta anotación que es un parte aguas en la vida humana: Algún día en cualquier parte , en cualquier lugar ,indefectiblemente te encontrarás a ti mismo y ésa, sólo esa, puede ser  la más feliz o la más amarga de tus horas.

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