Este pan que yo parto fue alguna vez avena...
,
este vino en un árbol extranjero
se zambulló
en su fruta;
durante el día el hombre y por la noche el viento
segaron las
cosechas, rompieron el gozo de la uva.
Dylan Thomas el
atormentado poeta galés [1],
dejó anotado el árbol genealógico del pan y del vino. Y la avena fue semilla
trabajada por el sol, las estrellas, las lluvias, los vientos y las callosas
manos humanas que bien supieron de afanes y de gozo en la cosecha, en la
vendimia. Conspiración universal que llega a nuestra vieja mesa y nos alimenta. Pan y vino, el
himno que se derrama sobre el mundo.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
lunes, 10 de junio de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario