miércoles, 1 de octubre de 2014

Una sola hoja






Nuestra madre natura es misteriosa e incomprensible en totalidad. Ayer se desató una tormenta con derroche de truenos, relámpagos, rayos y el cielo se venía abajo en olas sucesivas –un espectáculo asombroso en las sequedades de nuestro desierto. El pequeño manzano perdió todas sus hojas menos una. Una pequeña y solitaria hoja sobrevivió al embate de los vientos, de las aguas y al estruendo celestial. Así sucede en otros planos de la vida. Caen unos a la izquierda y caen otros a la derecha y de quien menos podríamos esperar sobrevive callado a los rigores de la madre natura   -quien de tarde en tarde, juega con nosotros y nos pone a prueba.

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