Mostrando entradas con la etiqueta Anonimato. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Anonimato. Mostrar todas las entradas

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Anonimato y fusión






Amazonas
Nuestros tiempos se caracterizan por cosas tan interesantes como la llamada “autoría intelectual” y los llamados y consagrados “derechos de autor”. Si bien ese es un rasgo de nuestra civilidad organizada regida por aquello de dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios ,también hay otro aspecto magnífico de la realidad y es el mundo anónimo de la sabiduría humana. Tomo como ejemplo el mundo riquísimo, inabarcable, de las frases ,los cantos anónimos que van de boca en boca y alimentan nuestras vidas. Un ejemplo de ello fue nuestro queridísimo Atahualpa Yupanqui quien afirmó que de alguna manera la vida premia al artista auténtico y grande con el anonimato pues ya no necesita ser reconocido sino que simplemente es feliz pues dio lo mejor de sí a la humanidad. Así pues, el cuidado de nuestro nombre y apellido pasa a segundo plano, pues descubro que todo ello son formas temporales para vivir en este mundo ,pero lo que “soy” va mucho más allá. Un proceso paulatino de disolución  hermosa como la gota  de agua que llega al mar y se hace uno con él sin dejar de ser agua.







viernes, 18 de febrero de 2011

De coincidencias

La tendencia humana más generalizada respecto a las llamadas buenas obras es el deseo de que se sepa y se difunda quien fue la persona detrás de tal suceso. Los gobernantes por otro lado suelen dejar placas de bronce por cada obra que concluyen en cumplimiento de su obligación. Hay una frase sabia y lejana  que dice: que tu mano derecha no sepa de lo que hace tú izquierda. Se quiere significar que cuando uno hace algo bueno no lo debe publicar a los 4 vientos. En la misma línea tenemos un hecho que nos intriga y particularmente a mí y desde siempre. Me refiero a eso que llamamos coincidencia y especialmente las felices coincidencias. ¿Qué es una coincidencia? Si nos referimos a más de dos cosas o más de dos personas: Concurrir simultáneamente en un mismo lugar y  tiempo. Las coincidencias, por más que tratemos de explicarlas nos dejan un sabor incompleto. Hay algo que se escapa, algo inasible, un cierto misterio, es decir, lo que se entiende sólo parcialmente. No dudo que esta cualidad misteriosa le llevó a Einstein a decir que la Coincidencia es el camino que Dios emplea para permanecer anónimo.