Cuando dos seres humanos se sienten en un
mismo concierto pasan de la palabra a
las señales de los ojos y de la mirada que son una suerte de prodigio
comunicativo. Recuerdo que mi padre nos guió por la vida con la mirada. En el mundo amoroso la mirada
hace todo lo que las palabras no saben y no pueden decir. Viene en mi auxilio
el recuerdo del buen Abu Muhammad Alí Ibn Hozm[1]quien
nos dijo hace muchos siglos en otro amado desierto: Con la mirada se aleja y se atrae, se promete y se amenaza,
se reprende y
se da aliento, se ordena y se veda, se fulmina a los criados, se
previene
contra los espías, se ríe y se llora, se pregunta y se responde,
se concede y se niega.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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miércoles, 19 de junio de 2013
sábado, 29 de diciembre de 2012
Otros reinos
Nuestra cultura tiene el gran a precio a
las palabras dichas, a las palabras escritas y de ello dan cuenta los libros.
Pero qué sucede cuando accedemos a otros reinos que se llaman Canción sin
palabras, Amor sin palabras, Mundo de las Miradas, No tengo palabras. Quizá por
todo lo dicho los habitantes de nuestro desierto hermano de Arabia suelen
decir: Quien
no comprende una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación.[1]
jueves, 5 de agosto de 2010
De orilla a orilla
Hay una serie de movimientos llamados pendulares que desde siempre han cautivado a la curiosidad humana y entre los cautivos de esa curiosidad me encuentro desde los primeros años de mi vida. Veamos al mar y su eterno oleaje que como viene, va y vuelve, lo que una vez fue. La primera vez que escuché mi voz lejana y cercana, llamada eco, fue en una cueva con petroglifos en un navegar de los tiempos. Puede suceder que un movimiento pendular tarde años en hacer su viaje de retorno y, entonces estamos ante la conmovedora vivencia que le llevó a Meira Delmar a escribir unas líneas que son inolvidables:
Un breve instante se cruzaron
tu mirada y la mía.
Y supe de repente
-no sé si tú también-
que en un tiempo
sin años ni relojes,
otro tiempo,
tus ojos y mis ojos
se habían encontrado,
y esto de ahora
no era más que un eco,
la ola que regresa,
atravesando mares,
hasta la antigua orilla.
-Inspirado por Meira Delmar (1921-2009) Reminiscencia.
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