Somos dos viejas amigas,ni tanto.Tenemos menos de 70 años. Me llaman la Ansiolítica y a mi la Antidepresiva.Trabajamos y mucho pero con personas y en turnos diferentes. Cada cual tiene la hora para hacer su presentación. Yo me especializo en serenar, otros le llaman la paz barata o la paz química. Por mi parte, mi trabajo es levantar el ánimo, agitar la bandera, pintar un arcoiris. Trabajamos igual de día o de noche entre pobres y ricos. Nos dicen las milagrosas pues devolvemos el silencio ante el ruido,parchamos los pedazos del alma, acercamos a la gente a su Dios, mantenemos la calma después del incendio, el huracán, el tsunami y la caida de la bolsa, el divorcio o la pena de la hija madre soltera. Somos discretas, nadie se da cuenta y nos disolvemos con sólo medio vasito de agua. Decimos que somos emisarias que anuncian la llegada del paraíso pero hay que gente que nos toma por el mismísimo paraíso y nos sonrojamos, no queremos ser impostoras. Somos un puente entre el paraíso abandonado y el paraíso que se espera. Sin pecar de presumidas -aunque somos redondillas- no padecemos de sobrepeso y nuestros seguidores y “fans” -perdón por el anglicismo- son más que el más guapo o guapa del "libro de caras” -otro anglicismo- el “Facebook”.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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