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miércoles, 12 de octubre de 2016

En un jardín

Academia de artes, de ciencias, 
academia de preparación para la universidad,
los académicos
términos familiares en nuestra vida diaria.

La academia se asocia también con lugar aburrido, 
de reglas,  de tedioso estudio y aveces así es.

El origen de academia se asocia con Academo, un ateniense dueño
de un jardín cercano a la  ciudad -polis-.
Platón enseñó a sus discípulos en ese jardín sobre 
cómo ser , cómo pensar, como convivir, 
qué sucede antes en y después de morir.


Un jardín, donde dialogaban caminando,
a la sombra de los árboles
bajo el cambiante panorama de las estaciones
nutridos por la energía y serenidad de la natura.

Un jardín, la academia...


jueves, 21 de enero de 2016

Cicatriz

Estar en el mundo  implica experimentar golpes, caídas, rozaduras, quiebres, cortes, punsiones, quemaduras.
Recordémonos como niños, adolescentes, adultos y ancianos.
Se repite el cuadro con diversos escenarios.
Esos instantes dejan huella, dejan cicatriz.
La cicatriz no duele pero es el recordatorio de lo que sucedió, de ese dónde, cómo y para qué.
La cicatriz es una suerte de maestra, nos previene.
El mapa de nuestra vida,
el mapa de nuestro cuerpo,
el mapa de nuestra alma
guarda cicatrices
de diverso tamaño, forma y recuerdo.
Las cicatrices son un diálogo con nuestro pasado,
con gran valor para el presente de nuestra vida.
Sin embargo, "Las cicatrices muestran dónde estuvimos, pero no predicen dónde estaremos"


-Inspirado por Sgt.Harrison Scott /Criminal Minds

martes, 5 de mayo de 2015

Diálogo de café



Somos dos viejas amigas,ni tanto.Tenemos menos de 70 años. Me llaman la Ansiolítica y a mi la Antidepresiva.Trabajamos y mucho pero con personas y en turnos diferentes. Cada cual tiene la hora para hacer su presentación. Yo me especializo en serenar, otros le llaman la paz barata o la paz química. Por mi parte, mi trabajo es levantar el ánimo, agitar la bandera, pintar un arcoiris. Trabajamos igual de día o de noche entre pobres y ricos. Nos dicen las milagrosas pues devolvemos el silencio ante el ruido,parchamos los pedazos del alma, acercamos a la gente a su Dios, mantenemos la calma después del incendio, el huracán, el tsunami y la caida de la bolsa, el divorcio o la pena de la hija madre soltera. Somos discretas, nadie se da cuenta y nos disolvemos con sólo medio vasito de agua. Decimos que somos emisarias que anuncian la llegada  del paraíso pero hay que gente que nos toma por el mismísimo paraíso y nos sonrojamos, no queremos ser impostoras. Somos un puente entre el paraíso abandonado y el paraíso que se espera. Sin pecar de presumidas -aunque somos redondillas- no padecemos de sobrepeso y nuestros seguidores y “fans”  -perdón por el anglicismo- son más que el más guapo o guapa del "libro de caras”  -otro anglicismo- el “Facebook”.

sábado, 25 de abril de 2015

Los dos


Escucho la radio,veo la televisión y una película y todo ese entretenimiento sucede allá,afuera de mí y me convierto en oyente y vidente pero cuando tomo un querido libro entre mis manos sucede algo  para el asombro:  "La lectura hace que las cosas sucedan dentro de mí. Por un instante yo soy el otro. La distancia queda abolida” según mi querido J.E.Pacheco.  La lectura es un acto íntimo que sucede en el silencio de un diálogo entre el autor y el lector que soy. La televisión,la película y el programa en la radio permiten que haga otras cosas al mismo tiempo…pero la lectura genuina pide dejar  todo para el encuentro... de dos en silencio e intimidad. 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Nueve meses






Hay muchas apreciaciones sobre la necesidad de la presencia física y la interlocución para concluir que sólo así es posible el amor. Las posturas se han sucedido y tenemos muestras valiosas de cómo el amor no esta determinado por las palabras o por la cercanía o la lejanía física. En alguna ocasión un buen amigo me refirió que su madre fue en vida una mujer sencilla, sin estudios escolares formales pero dotada de una gran sabiduría para comprender y explicar las cosas que de veras importan en la vida. Su hijo dio testimonio: Mi madre me enseñó durante nueve meses, que no hace falta ver a alguien para poderlo amar.[1]









[1] Inspirado por un tuitero llamado Un escritor dice.