Llegado el calor a nuestro desierto cada
cual toma su cerveza helada y se la degusta en el pórtico de la casa -mientras el bochorno cede y se asoma el fresco.
Cada cual tiene por ahí una cantina ,una bar de su preferencia para su cerveza
en verano y otros durante todo el año. Aquí como allá, cada cual tiene su lugar
favorito y nuestro querido poeta nayarita Alí Chumacero -famoso por su buen
beber y su magnífico ingenio y buen humor- dijo de sus preferencias así: Conozco una
en Tepic, Nayarit; está a una cuadra del panteón y se llama La Recta Final. Sé
de otra en Tijuana que también está frente al panteón y se llama Aquí Se Está
Mejor que Enfrente. Si el tema de por sí es amigable los nombres de las
cantinas son muestra del humor y la sabiduría popular y nos roban una sonrisa.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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jueves, 25 de abril de 2013
lunes, 23 de mayo de 2011
Secreto
La Tía Merceditas fue un personaje inolvidable en mi infancia. Madre de más de 10 hijos y dueña del carácter más afable, simpático y rebosante de buen humor que yo recuerde. Me tocó en fortuna estar en la celebración de sus 50 años de casada. Durante la celebración y en medio del brindis alguien le preguntó por el secreto para llegar a esa fecha memorable de sus Bodas de Oro. Ella tomó la palabra, sonrió pícaramente, vio de reojo a Estanislao su marido y dijo: Hay un secreto para vivir feliz con la persona amada: no pretender que cambie. Merceditas vive por siempre en mi memoria y después de muchos años me encontré con Dante Allighieri, el padre de tan feliz frase -que nos ha de salvar, sin duda, de una de las grandes tentaciones que abierta o secretamente abrazamos los humanos: ¡cambiar al otro! o a la otra…
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