Mostrando entradas con la etiqueta La Verdad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta La Verdad. Mostrar todas las entradas

jueves, 7 de julio de 2011

La Milonga,nuestra vida

Las sorpresas que le aguarda a un lector el internarse en la imaginación de Jorge Luis Borges son tan abundantes como los granitos de arena que caben en la palma de una sola mano. Me refiero  hoy a la sensibilidad e imaginación de Borges para escribir unas sentidas milongas (1) para las cuales nos regala esta introducción: En el modesto caso de mis milongas,el lector debe suplir la música ausente por la imagen de un hombre que canturrea,en el umbral de su zaguán o en un almacén,acompañándose con la guitarra.La mano se demora en las cuerdas y las palabras cuentan menos que los acordes (2) .Para expresarse con una milonga la mano acaricia las cuerdas y su voz es más elocuente que las palabras. Si nuestra vida la hacemos una milonga, nuestros gestos y actitud serán nuestras palabras de verdad.


(1) Composición musical folclórica argentina de ritmo apagado y tono nostálgico, que se ejecuta con la guitarra.
(2) Jorge Luis Borges.Poesia Completa.Lumen.Buenos Aires 2011.pag 267

domingo, 3 de abril de 2011

Aún no has nacido

Decía el buen Einstein que si no puedes explicar lo complicado de manera sencilla es porque no lo comprendiste verdaderamente. Esta expresión me acompañada y va tomada de la mano de otra que dice así: si no puedes llamar a las cosas por su nombre es porque aún no has nacido. Hoy traemos una inconclusa discusión sobre el uso franco y directo de nuestra lengua .Pese a ello nuestras comunicaciones están llenas de eufemismos, de encubrimientos y llegamos al mismo punto: no llamamos a las cosas por su nombre. Los gobiernos, los militares y las iglesias son especialistas en el uso de eufemismos, de palabras que suavizan la crudeza de la realidad y la deforman.  Suenan familiares, acaso,  expresiones como: daños colaterales para no decir crímenes militares, el anglicismo “Gay” para no decir homosexual, deslizamiento para encubrir el aumento  en los precios de la comida, la gasolina y la caída del mísero salario. Buena gimansia, buen músculo para articular la verdad y gritarla a los cuatro vientos.