miércoles, 4 de abril de 2007


Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Buen augurio, mal augurio


Hay muchas recetas y consejos para llegar a lo que se llama un buen matrimonio que alcanzarían para llenar varios volúmenes. Las afinidades en cultura, conocimientos y gustos son celebradas como buen augurio. Por el contrario, las uniones entre personas con culturas diferentes y lejanas no tienen buen augurio, de inicio, y requieren de una apertura y madurez especial para aceptar y celebrar los diversos orígenes, costumbres y creencias. Cuentan que Jorge Luis Borges, con su su iluminada mirada, más allá de su ceguera dijo:

Uno no puede casarse con alguien que no sabe
qué es un poncho o lo que es el dulce de leche.


-Citado por Adolfo Bioy Casares.Borges.Ed Destino.p, 1595.Bs. As.2006
- poncho: capa de origen incaico, de una sola pieza, tejida con lana de camélido andino –llama, alpaca, vicuña o guanaco- con abertura para introducir la cabeza.
- dulce de leche: postre muy familiar con base en leche y azúcar que, por el cocimiento lento, llega a un punto en que se torna al color ambarino o café .Se le conoce con diversos nombres en toda la América latina. Este postre es muy apreciado en Argentina, Perú, México.

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Cuando uno se hace viejo

Hay 14 cosas que me llaman la atención en este asunto de hacerse viejo, las he consignado, entre sorbo y sorbo de café humeante y espresso, en este invierno boreal que se me ha hecho más largo y frío que de costumbre.

La vejez se añora cuando se es joven, pero cuando llega no la reconocemos ni aceptamos.
Cuando soy joven digo: El día que sea viejo seré feliz. Pero he aquí que siendo viejo, un día, no me gustó que me dijeran que ya era viejo.
Cuando fui joven decía: Seré feliz cuando llegue a viejo pero cuando soy viejo no encuentro la supuesta felicidad que da el ser viejo.
La tarea del viejo es la misma que en otras etapas de la vida: seguir aprendiendo a vivir el instante presente.
No hay etapa de la vida que sea feliz, gratuitamente, en cada etapa he de descubrir a la oculta felicidad en los instantes y en las cosas más simples.
El niño brinca, corre, el maduro camina con buen talante, el viejo siente cada paso y contempla.
Cuando uno es joven sólo se siente a gusto en grupo, con amigos. Cuando se llega a maduro goza sintiéndose acompañado con su pareja. Cuando llega a viejo sabe cómo sentirse cómodo estando consigo mismo.
La diferencia entre mi juventud y mi vejez es el paso de la pasión a la compasión, para con todo ser vivo.
Me río de los eufemismos de nuestra cultura para llamar a los viejos. Se les nombra como gente de la tercera edad, gente en plenitud, gente de la edad dorada. Soy breve, me gusta el pan sin condimentos, me gusta la palabra viejo.
El niño celebra su energía, el joven muestra su fortaleza, el viejo ofrece su palabra pausada y sus canas, con un cierto encanto.
Se preguntaban dos amigos ¿cómo sabremos que ya estamos viejos? El más prosaico dijo: Cuando al orinar nos mojemos los zapatos y el otro comentó: Cuando tengamos 80 pero queremos aparentar que tenemos 40.
Cuando fui niño le decía a mi padre con cariño: Mi viejo, y el me sonreía. Descubrí que mi padre no se ofendía con esa palabra, la celebraba, su trabajo le costó.
La palabra viejo es tan bella como la palabra joven, me gusta, sin adornos.
He descubierto el gozo de hacerse viejo caminando de la mano con mis árboles y con mis perros. Me descubrí hace unos días llamándole: Mi querido Viejo, a mi buen Alí…de 14 años caninos, lo que sería unos 90 años humanos…


Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

¿A dónde va el mundo?

Una pregunta cada vez más escuchada por mí es ¿A dónde va el mundo? .Esta pregunta es formulada y respondida en diversos tonos emocionales y lógicos. Sin embargo más que preguntarse a dónde va el mundo hay que preguntarse ¿a dónde vamos los humanos? Unos van guiados por su ideología a sentarse sobre el mundo como emperadores, como dueños de todo, como depredadores y consumidores de los recursos naturales para llegar a una equivocada felicidad consistente en vivir para consumir y no consumir para vivir. Por otro lado, hay una corriente de pensamiento y acción que viene desde hace milenios desde el oriente donde se tiene una visión sobre la naturaleza humana y sobre el papel de lo humano en el mundo. Esta visión, no pone a lo humano como coronación de los seres vivos, sino como una especie más que debe convivir con respeto e interdependientemente con los de más seres vivos. Según esa forma de ver la vida somos seres responsables del presente y el futuro del mundo, de la vida o de su extinción. Lo humano está sujeto a error y acierto a conjetura y error. Así avanzamos, Los demás seres vivos guiados por su programa son perfectos, no mienten, ni se mienten, son ellos mismos, leales a su naturaleza. Lo humano es falible, equívoco, errático y por tanto necesita de continuas rectificaciones.Por tanto, necesitamos, urgentemente, una visión y acción renovada para con-fluir o fluir juntos durante el paso por este mundo. Necesitamos recordar que la vida no comienza ni termina con nosotros, sino que es un sistema de relevos humanos.Cuando me pregunto: ¿a dónde voy en la vida? he de responderme en un nivel personal pero al mismo tiempo con la conciencia de que formo parte del tejido de la vida. Con mis palabras, pensamientos y acciones estoy influyendo en la marcha global del mundo -en una escala tal vez insignificante, aparentemente, pero real ,tan real, como la semilla sembrada en la tierra o la gota que unida a otras gotas forman un huracán o el minúsculo grano de arena que unido a millones forman una playa de imaginación.

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Los libros que leemos

Cuando fuimos niños nos enseñaron a leer libros escritos por otros. Pasando los años, si estamos en un estado de consciencia despierta aprendemos a leer otro libro como es el cielo nocturno poblado de luminarias grandes y pequeñas cercanas y lejanas .En la tierra hay un libro maravilloso a nuestra disposición donde leemos sobre los días y los tiempos, los climas y las estaciones y sus múltiples relaciones con las plantas y los animales. Pero andando los caminos de este mundo llega el día en que la vida nos regala la oportunidad de aprender a leer el gran libro de las señales. Sí, las señales que la vida nos ofrece. Hay circunstancias en la vida cuando nos levantamos temprano para buscar una señal. Mucha gente cree que es poco razonable buscar una señal. Tienen razón, las señales se buscan no con la razón lógica, lineal y calculadora sino con la brújula de la intuición. Cuando los humanos no pueden leer ni traducir el libro de las señales de la vida es porque no están en un estado de espíritu y si están en esa disposición de ánimo y piden una señal, no falla la respuesta, se produce como resultado fluido y natural de una petición que brota desde el fondo de la vida.

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera


Iban dos rancheros

La gente del desierto capta la vida y el paisaje por la mirada y por el oído. En el desierto se despierta un estado de magia cuando, alrededor de la taza de café alguien comienza con un relato, algo tan sencillo como: Iban dos rancheros a caballo… y con eso los oyentes estarán absortos viendo la polvareda que se levanta y escuchando los cascos de los caballos. La gente de las grandes ciudades se aburre con los relatos.Aquí los gozamos. La convivencia humana se alimenta por la tradición oral y la gente del desierto es amante de los refranes y proverbios que aplican con propiedad y sentido del humor.Los inviernos recluyen a la gente en sus casas junto a la estufa de leña y ahí se cafetea y se platica.Ahí nacen las historias que pasan de padres a hijos, y que comparten amigos y vecinos. Esa forma de relatar la vida es desconocida en las ciudades donde se vive en el vértigo de las imágenes. Aquí, el ritmo de la vida nos lo da el desierto.

domingo, 11 de marzo de 2007


Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Como vela en el viento

Sí, como una vela en el viento, así describió la noticia de un diario en el desierto, a la vida de una cantante que falleció a temprana edad.Una vida llena de cumbres y de profundos abismos. Para los ojos y la sensibilidad despierta, produce un sentimiento de compasión el ver el tormentoso viaje humano. Cualquier golpe de viento puede apagar la llama y mientras la calma reina la luz resplandece. Esa es la fragilidad y la potencia de una vela encendida. Tan potente y maravillosa es una vela que alguien dijo: la luz una sola vela puede cambiar todo el universo sumido en la oscuridad. Hay vidas que se apagan repentinamente y su brillar fue errático, otras vidas fluyen y confluyen con un brillo potente, sereno y son como grandes faros para otros seres humanos.Pero sea nuestra luz, grande o pequeña, todos somos velas en el viento, finalmente.


Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

La amistad y sus huellas

Resulta que inadvertidamente me procuro sorpresas simples y simpáticas. Por ejemplo, pasado el último verano llegó el invierno. Tomé en el primer día frío mi grueso saco de monte y me encontré con algunos billetes envueltos con una nota de la gasolinera.

En otra ocasión después de una de las tantas mudanzas de casa necesité un libro de Alberti y he aquí que me encontré con un sobre dirigido a mi persona con una tarjeta de agradecimiento y un dinero que me llevó a recordar un examen profesional en el que fui examinador. Fue hace tantos años que los billetes ya no tenían valor por el cambio de moneda que se dio por entonces. Pero la más agradable sorpresa fue una carta que he recibido, agradeciendo un mensaje mío, que yo envié a una amiga con motivo de una celebración que decía así:

estar presente, es la amistad
dar, recibir, dar, recibir, dar...
gratuita como
si caen copos invernales
si el arcoirirs sale
si la flor se abre
y

pasamos por ahí...

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Las alas de la imaginación


Una condición para vivir a gusto en el desierto es tener consigo un mínimo de imaginación despierta. Los humanos la traemos en nuestro equipo de fábrica pero eso no quiere decir que, en la vida diaria, tengamos una imaginación despierta... Así pues, coincido plenamente con las sabias palabras de una mujer extraordinaria – quien dejando su Copenhagen vivió en una remota finca cafetalera en Kenya con sus amigos somalíes, kikuyus y los masai desde 1914 a 1931.

La imaginación es una facultad maravillosa, magnífica -- me parece, inclusive, con la edad, que es lo único verdaderamente divino, de fondo, y que es la base de todo el resto. Las gentes sin imaginación son ´las peores´porque no comprenden nada; los imaginativos son precisamente los dotados para ver la verdadera naturaleza de las cosas, y todas las puertas se abren frente a ellos.


- Baronesa Blixen (17 Abr1895- 7 Sep 1962) autora de Lejos de Africa, El festín de Babette, Siete cuentos góticos, Anécdotas del destino, Ultimos cuentos. Su nombre literario Isak Dinesen.


Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

La gata

Hay dos tipos de personas en este mundo.
El primero, lo forman las que dicen que, puesto el fin, se vale cualquier medio para llegar a él.
El segundo tipo, lo forman quienes no intentan medios para llegar al fin que desean.

Esta segunda postura muestra la desconexión entre la causa y los efectos.
La sabiduría popular ha inmortalizado a la actitud de quienes todo esperan pero, no mueven ni un dedo, para hacer realidad su sueño:

Peces quiere la gata, mas no entrar en el agua

martes, 6 de marzo de 2007


Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera



Susurros

Una hermosa palabra de nuestra lengua castellana es susurro. Si pasamos al verbo susurrar podemos sentir su musicalidad, su textura suave, su intrínseca armonía. Algún día venturoso, nació esta palabra para recordarnos experiencias tan sencillas y plenas como el murmullo del agua que corre en la acequia entre piedrecillas y para evocar la poesía que hay en el soplar de de la brisa entre las ramas de los árboles.Estos son los susurros del mundo a nuestra disposición. Mención especial reciben los susurros humanos que nos llegan al oído en forma de poesía, canción, palabra amorosa y bondadosa, aliento y consuelo. Cuando susurramos llegamos a las recónditas recámaras del alma humana llamada intimidad.

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera


Bajo tierra

El Metro es un transporte subterráneo para gran cantidad de personas en las ciudades más pobladas de nuestro planeta. El metro llama mi atención pues aunque somos seres terrestres hemos inventado la manera de desplazarnos a través del agua, por el los aires y bajo tierra.

Los metros tienen su propia imagen, estereotipada, producto de varios factores.Así, se dice que el metro de Paris es maloliente y el Nueva York está pintarrajeado con graffiti y abundan las colillas de cigarros y botellas de cerveza y que el de Madrid es muy ruidoso y el de Londres, viejo, húmedo, lóbrego, mientras que el de Moscú tiene estaciones que son verdaderas obras de arte pictórica, y escultórica además del lujo en sus lámparas, mármoles etc.

Pues el Metro de la ciudad de México ha sido descrito como pintoresco, por la diversidad de personas y personajes .Al metro se le ha dado durante los últimos 15 años un rostro humano. Por ejemplo ,en sus salas de acceso se presentan grupos de danza moderna,músicos.Se ofrecen libros clásicos de literatura nacional y mundial para leerse durante el trayecto y ser devueltos al final del viaje – aunque no siempre son devueltos- .Se han presentado poetas que susurran poemas para los asistentes en los vagones llamados sopladores. Está en estudio personalizar algunos vagones para que uno esté dedicado a la música clásica y otro a la poesía y otro donde se cuenten cuentos breves para niños y adultos.

Tuvo razón Marc Augé en llamar al metro y espacios multitudinarios similares con el término de los-no-lugares, por su anonimato y masificación.Pero estas iniciativas creadoras van más allá y rescatan un espacio donde se mueven 4.5 millones de seres humanos, cada día. Estas acciones estéticas y humanísticas ofrecidas en un lugar de tránsito efímero, tienen la peculiar cualidad de abrir una ventana a la imaginación y nos pueden dejar un abrazo en el corazón –como me ha sucedido a mi.

- Inspirado por Marc Augé. Los no-lugares. Espacios del anonimato. Barcelona, Gedisa.2005.

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera


La lista

Ya sabemos la lista que dice: terremoto aquí murieron 10 mil, frío aquí se congelaron 20 ancianos.Calor abrasador allá, murieron de sed 15 emigrantes en el desierto rumbo al país de sus sueños.Cerca de aquí, una aldea desapareció arrasada por un alud de nieve y rocas.Ya sabemos las frases de comentario: Y si Dios es Dios ¿por qué permite todo esto? ¿Por qué tanta injusticia y la muerte de tantos inocentes bajo la furia de la naturaleza? Preguntado por todo esto un viejito que había vivido mucho y que hablaba poco, dijo:

En la naturaleza no hay premios ni castigos
solamente causas y consecuencias.


- Inspirado en un proverbio del desierto chino.
Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera


Alto contraste


Por un lado está la publicidad que muestra en anuncios espectaculares en las autopistas así como en televisión un mundo de absoluta felicidad. Mires usted esas sonrisas con dientes blancos como las nieve de los alpes. Vea usted esas cabelleras doradas que ondulan bajo el sol. Observe cuerpos delineados, esbeltos, bronceados, atléticos sin ápice de grasa o defectos observables como una arruga aquí o un lunar. Le siguen los infinitos comerciales de niños felices comiendo hamburguesas junto a su perro labrador recién bañado y mujeres exhibiendo su lencería de seda glamorosa.Todo ellos es algo de un mundo ideal y no se diga de automóviles, relojes, trajes y equipos deportivos pasando por vinos servidos en grandes copas.Por el otro lado está el consumidor que cada día se siente más lejano de todo ese mundo inventado como el mago que saca al conejo de su sombrero. El consumidor medio ,se siente en la antítesis de ese mundo, se queja de que esta gorda, chaparra, morena, que vive en donde pintan con graffiti su casa y los perros se comen las sobras de las bolsas de plástico que son una nube y el puente a desnivel con su incansable tráfico de vehículos le deja el hollín hasta en los dientes.Qué abismo entre el anuncio del carro BMW con una pareja feliz y deportiva con la realidad de ir apretujado en el metro sumergido en el baño de sudores y el infaltable vendedor de discos compactos piratas que sonríe y canta: 10 pesitos le cuesta, diez pesitos le vale o dos por 15, ¿cómo la ve?. Mientras escribo estas líneas veo como los vientos del final de invierno forman remolinos decorados con empaques de huevo, bolsas de plástico, botellas de refrescos y rodadoras que bailan desafanadamente. Como el viento es señor omnipotente en los cielos, quién sabe si esta basura que veo en el desierto nos llega desde Nueva York, Tepito o Sydney.

domingo, 18 de febrero de 2007

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera


Un par de botas


La dirección que toma nuestra vida es algo más que conducir el andar de un par de botas. Esta expresión la escuché de un viejo amigo del desierto. Las botas podrán ser humildes o de finísima piel pero no se mueven en dirección alguna si no hay alguien que las guíe. Por tanto cuán importante es que el ser humano sepa a dónde se dirige mientras que va dentro de sus botas. Y así con todos los bienes que están a nuestra disposición. El tener muchos o pocos bienes, por sí mismos, no nos llevan a ninguna parte.
Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Un pequeño lugar


Dicen que Rubem Fonseca, notable escritor brasilero dedica 4 horas diarias a leer, 4 horas diarias a escribir y 4 horas diarias a caminar. No sé si sean 4 horas diarias, no sé si se den excepciones en esas actividades, no sé si siempre camine o trote. No sé. Lo que sí se es que quien escribe ama leer y quien lee con pasión tarde que temprano algo escribe y también sé que quienes escribimos gustamos del aire, a ratos aire mezclado con aroma humano, café y tabaco y otras el aire puro, silvestre y gratuito que nos da el caminar sin rumbo por ciudades, pueblos, amplias avenidas , caminos rurales en el desierto, o en la montaña. Pues es imperioso permitir que broten las palabras al compás de la respiración y que la respiración sea el vehículo de la inspiración. Cada cual tienen sus preferencias y necesidades. Por mi parte, los breves tiempos para escribir que dispongo, me causan un gusto, como el de quien encuentra un pequeño lugar para estacionar su vehículo en cualquier ciudad de este siglo que venera a los carros y se olvida de los peatones, en esas horas bochornosas llamadas pico.

Cartas del Desierto


Guillermo Pareja Herrera

Habitado por la felicidad

¿Cuántas veces he dicho en mi vida?: un día seré feliz, mañana seré feliz. También he dicho si tuviera esto o aquello sería feliz. Si volviera a ser así o asá ,sería feliz. Todas estas frases que yo he dicho muchas veces en mi vida tienen algo en común y es una ausencia. La ausencia es no haber descubierto que la felicidad está aquí y ahora. Más, la felicidad nos habita. No necesitamos más que dejar que se manifieste. No necesitamos ni siquiera instantes de felicidad pues ella vive en nosotros, pero nosotros seguimos creyendo que ella está fuera, lejos, arriba o abajo pero nunca en nosotros. Este es un recordatorio que ,al estar junto al mar, allá donde termina el desierto, se ha hecho presente en mí como un susurro, el susurro del mar.

- Inspirado en una frase de M Yourcenar

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera


La memoria de los árboles




Cada mañana al despertar un álamo grande en años y en sombra me saluda. Este árbol –como todos los árboles y los árboles viejos, particularmente, tiene gran memoria. El se acuerda desde cuando fue una diminuta semilla llevada por el viento hasta que le llegó el instante de ese día, de ese año, hace muchos años, en que fincó sus raíces en este lugar ante mis ojos y ante el tacto de mis manos. ¿A cuantos caminantes ha visto pasar, cuantas nubes han desfilado y cuantos caballos se han refugiado bajo su sombra?. Junto a este álamo han desfilado carretas , soldados, comerciantes, mineros y prófugos. La historia, la vieja historia, ha pasado ante sus ojos, ante su piel, pero sobre todo ante sus oídos. ¡Si éste árbol dijera todo lo que ha escuchado!. Él tiene memoria, la memoria de los tiempos y de la vida. No somos nosotros quienes nos acordamos de los árboles sino ellos quienes llevan la cuenta de nuestros pasos sobre este desierto. Un día, tal vez, pueda detenerme y abrazarme con él para despedirme antes de partir de este mundo. Casi de seguro él seguirá escuchando los pasos y las palabras humanas, porque es árbol viejo de gran memoria.

viernes, 19 de enero de 2007

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

El tapete


Estoy sentado sobre una piedra y el desierto me envuelve. La piedra se hace suave, se hace cálida por las bondades de un tapete en el que me he sentado. Tapete.Sí.Hilos de hilos, hilos de hojas, hojas hechas hilo, lana ahilada, cabellos hechos trenza, árboles hechos hoja, hoja hecha hilo, hilo del que nace lo que llamo papel. Papel donde se desliza el río azul finísimo o sepia de la escritura. Todo comienza con un hilo que se entrelaza y se abraza con otros hilos formando un tejido. También así somos los humanos cuando nos convertimos por el amor en hilos y los hilos se manifiestan en abrazos y los abrazos nos entrelazan formando el tejido único de la vida donde ya no importa dónde termina lo mío y comienza lo tuyo ni donde soy yo y dónde eres tú. Llámese la experiencia del amor y sus tejidos, llámese la experiencia del dolor y sus tejidos, descubrimos que somos hilos finísimos que se entrelazan y en ellos reside nuestra fuerza para resistir los embates, en este viaje, con sus inevitables sorpresas.
Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Una belleza del desierto

¿Cuál es la belleza del desierto?, me han preguntado una y otra vez. Para mí el desierto tiene sus bellezas que se van develando gradualmente, por lo general, y súbitamente como un regalo, de vez en cuando. Entre las bellezas que tiene el desierto hay una que me es muy querida y la comparto con Antoine de Saint Exupery -quien fue otro amante del desierto, de los vuelos y de la escritura- el cual dijo: lo que embellece al desierto es que esconde un pozo en alguna parte. Hay tres elementos formidables en esta frase. Primero, el verbo esconder. Lo escondido nos mueve, nos despierta, nos intriga. A mí me moviliza entero. Segundo, un pozo de agua. ¡Qué tesoro más grande puede guardar el desierto que un venero! Agua fresca, agua, clara bajo el sol. El tercer elemento dice: en alguna parte. ¿Dónde es en alguna parte? Por mi experiencia puedo decir que ese lugar es debajo de mis pies, aquí, ahora. Lo que importa es nuestra apertura, nuestra sed. El agua se aparece en el momento menos pensado. En otro nivel, el agua no sólo es dos partes de hidrógeno y una oxigeno fusionadas, sino también, es la persona amada, el objeto útil, la idea creadora que se nos manifiestan como agua fresca, agua clara, agua viva, en un instante.
Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Las cosas cercanas y lejanas


Si la historia de nuestro planeta tierra, nuestro hogar hubiera comenzado hace 24 horas, la aparición de los seres humanos hubiera sucedido a las 23 horas con 59 minutos. De tal manera que podemos imaginar cuán breve es cada vida humana y al mismo tiempo tan antigua, en sus orígenes, como el mismo universo. Somos la más tierna y reciente hoja de un inmenso árbol y nuestra vida se explica por la conexión con nuestra lejanas y profundas raíces de donde nos llega el surtidor de la vida o energía. Por eso, en algún rincón del mundo leí un fragmento de un poeta inglés que dijo: Las cosas cercanas y lejanas guardan una relación tan estrecha que maltratar a una flor en la tierra afecta también a una estrella allá en lo alto. Nuestro modo de pensar y sentir convergente nos está llevando suavemente -como el río que buscar el mar y un día llega a él- a la conclusión de que ni siquiera existe realmente el concepto de comienzo ni fin ,sino un fluir sin rupturas, de todo lo que es.
Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Las cosas cercanas y lejanas


Si la historia de nuestro planeta tierra, nuestro hogar hubiera comenzado hace 24 horas, la aparición de los seres humanos hubiera sucedido a las 23 horas con 59 minutos. De tal manera que podemos imaginar cuán breve es cada vida humana y al mismo tiempo tan antigua, en sus orígenes, como el mismo universo. Somos la más tierna y reciente hoja de un inmenso árbol y nuestra vida se explica por la conexión con nuestra lejanas y profundas raíces de donde nos llega el surtidor de la vida o energía. Por eso, en algún rincón del mundo leí un fragmento de un poeta inglés que dijo: Las cosas cercanas y lejanas guardan una relación tan estrecha que maltratar a una flor en la tierra afecta también a una estrella allá en lo alto. Nuestro modo de pensar y sentir convergente nos está llevando suavemente -como el río que buscar el mar y un día llega a él- a la conclusión de que ni siquiera existe realmente el concepto de comienzo ni fin ,sino un fluir sin rupturas, de todo lo que es.

lunes, 18 de diciembre de 2006



Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Hablar y dormir

Difícil es transitar por este mundo sin llevar en la alforja unas gotas de buen humor. Sólo unas gotas.El buen humor conserva la vida.Es como la sal.Con sólo un poco tenemos para ser felices. Y como cada cual tiene su oficio y me veo en diferentes situaciones en medio de conferencias, congresos, cursos y otras hierbas del campo, recuerdo con alegría al buen Albert Camus cuando dijo:

Algunas personas hablan mientras duermen.
Los conferencistas hablan mientras los asistentes duermen.



-Inspirado en Albert Camus (1913-1960)
Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Hay de pecados a pecados

Si alguien vivió las grandezas y los tormentos del siglo XX fue el Albert Camus .Cada línea que escribió durante los breves 47 años que duró su paso por este mundo, fue una declaratoria lúcida de su postura ante sus compañeros, la historia y el mundo. Su espíritu ardiente y combativo ante las miserias engendradas por las guerras, el poder y terror de su tiempo, le llevó a decir poco antes de su tránsito súbito:

Si hay un pecado contra la vida…
consiste en esperar otra vida y
en eludir la implacable grandeza
de esta vida.


De estas palabras se desprende la habilidad humana para tomar una postura comprometida con la vida, sin fugas ni evasiones. El arte de vivir está en tener ojos y sensibilidad para descubrir la grandeza de esta vida. Este es el reto de nuestras desbocadas y aburridas sociedades humanas donde el asombro y la admiración son especies en extinción y están ausentes en el corazón de los jóvenes que conducirán a la humanidad.

-Inspirado en Albert Camus (1913-1960)
Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Elegir lo que somos

Mi buen Albert Camus escribió, en referencia a ciertas raras cualidades del ser humano:

El hombre es la única criatura que
puede rechazar ser lo que es.

Estas palabras las escuché siendo un primerizo universitario y desde entonces no nos hemos dejado. Sí, los demás seres vivos en nuestra nave viajera en el cosmos tienen una característica típica: tienen un patrón de conducta predeterminado que cumplen lealmente durante su vida. Mas el ser humano tiene, como especialidad, elegir si quiere o no quiere vivir de acuerdo a sus instintos, por un lado, y si quiere vivir en sometimiento o en libertad respecto de su grupo social y de la cultura en la que ha nacido. Esta capacidad y habilidad para ser como se quiere ser, nos distingue y muestra nuestra genuina humanidad, más allá de los elementos favorables, desfavorables o perversos de las circunstancias cotidianas.

-Inspirado en Albert Camus (1913-1960)

lunes, 27 de noviembre de 2006



Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera


Sé mi amigo


Es un regalo de la vida contar con buenos amigos. No encuentro medio más valioso para honrar su memoria que mejorar mis pasos de cada día con su ejemplo, con su huella en la tierra. Un día como hoy partió de este mundo después de vivir en él 47 años un hombre que vivió lo que escribió cuando dijo:

No camines delante de mí, no te seguiré.
No camines detrás de mi no te conduciré.
Camina junto a mí, solamente, y sé mi amigo.


Este hombre hizo de su lealtad a su verdad y al espíritu de libertad la divisa de su intensa vida que ardió con tal fuerza que su resplandor y aliento me siguen acompañando.

-Inspirado en Albert Camus (1913-1960)

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Alimentos

En un viejo camino donde termina el desierto y comienzan los Himalayas, quienes ascienden a las montañas sagradas, tienen por costumbre, dejar un poco de alimento en la orilla del camino -protegido por unas cuantas piedras- para quienes vienen detrás y también algún breve mensaje para acompañar en la ruta. Uno de esos caminantes dejó esta pequeña nota:

Recordar y no olvidar.
Vivir en el mundo sin apegarse al polvo del mundo
Si presencias buenas acciones de otro, imítalas
Si presencias acciones equivocadas, pásalas por alto
Aunque estés sólo en una habitación oscura,
compórtate como si estuvieras
ante el más valioso y querido de tus huéspedes.
Exterioriza tus sentimientos
pero que ellos no sean más expresivos
que tu propia naturaleza
.

-Inspirado en Zengetsu

martes, 21 de noviembre de 2006





Cartas del Desierto


Guillermo Pareja Herrera

Los cuentos y mi piel


Pienso en mi madre.Mi madre la mujer que me contaba cuentos estando despierto, para despertar a la vida y estando dormido para despertar a la tarea cotidiana.Igual pasaba de Rojín y Verdín, dos gorrioncitos que aprendían a volar, que al Corderito de un párroco en un pueblo de la campiña francesa. De ahí viene mi amor por escuchar cuentos, leer cuentos y contar cuentos.Eso que llaman la historia humana está hecha de una galaxia de galaxias de millones de estrellas las cuales contienen infinitos cuentos.Los cuentos eran repetidos por mi madre como la mujer que echa la semilla al boleo en el campo abonado.Los cuentos, como las semillas echadas al viento son minúsculos fragmentos que caen donde tienen que caer y cuando tienen que caer. Los cuentos están destinados a dar frutos que, por igual, iluminan una porción de la vida o producen un cambio de piel completo, como me ha sucedido varias veces a lo largo del laberinto de mi vida.Los cuentos de mi madre, sin olvidar lo cuentos de mi padre, me llevaron,a menudo, por caminos sin trillar,a conclusiones diferentes de lo esperado porque la vida que vivimos en casa tuvo la rara cualidad de ser imprevisible. Los cuentos fueron el espejo de nuestros asombros familiares y nuestros asombros se convirtieron en cuentos improvisados como el apasionado y turbulento De Panca en Panca -la interminable escalada de un niño africano a un árbol de tamaño colosal, que haría palidecer a cualquier otro libro de aventuras de la época-.
¡Ay, de los niños de este tiempo que no tienen quien les cuente un cuento que les haga sentirse amados en el instante de cerrar los ojos.!


Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Laika


Laika se llamó el primer ser vivo enviado al espacio extraterrestre. Fue una perrita de 13 libras de peso y tres años de edad aproximadamente. Su viaje lo realizó a bordo del cohete ruso Sputnik II, el día 3 de noviembre de 1957. Llevó puestos varios sensores para registrar datos fisiológicos que ayudarían para el envío de seres vivos humanos, como fue el caso de Yuri Gagarin el primer cosmonauta.El mundo quedó asombrado por este envío y su pasajera, cuyo nombre significa en ruso Ladradora, y su perfil recuerda al grupo Husky.Laika giró alrededor de nuestro pequeño planeta durante 10 días antes de que fuera puesta a dormir para siempre, porque no se contaba con mecanismo para que retornara a tierra sana y salva. Yo fui un niño de 8 años, entre millones, que se asombró por ese suceso y, desde entonces, se acrecentó mi amor y cuidado de los seres vivos.No he dejado de preguntarme ¿Laika, cómo viste a la humanidad desde esas alturas? ¿Ha valido la pena tu sacrificio para la convivencia pacífica entre los humanos y con todos los seres vivos? Querida Laika, tú nos enseñaste a que aspiremos a lo bueno, a lo mejor y a lo que está allá, en las estrellas, donde tú vives para siempre.

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Dónde buscamos


Me decía un viejo amigo, compañero de universidad: Dos búsquedas invisibles son las más frecuentes en los seres humanos. Buscar la felicidad y buscar a Dios. Quedé intrigado por su afirmación y le pregunté cómo era el asunto de buscar a Dios y él me respondió. Pues mira, dijo el Buda:

Buscar a Dios es como andar buscando un buey,
mientras se cabalga en el mismo buey.

En aquel instante comprendí en el centro de mi alma que este asunto no es tema de conocimiento sino de experiencia. La experiencia no se borra, no se olvida, es fuerte e inconmovible, ES. La experiencia igual se refiere a lo divino que al amor humano. Lo que se vive brilla, lo que está escrito palidece.


- Inspirado en mi viejo amigo Miguelito Manzur quien me citó a Siddartha Gautama o el Buda -El despierto-

jueves, 9 de noviembre de 2006

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

La raíz de nuestra madera…

Solemos decir en el desierto: Mira a Don Santiago, ese sí que es de buena madera o de esa madera ya no hay. Estas expresiones vinculan la fortaleza y la calidad humana de las personas con los grandes árboles. De esos árboles venimos, desde sus profundas raíces sumergidas en el tiempo, en el silencio de siglos y en siglos de silencio. Por eso, Don Ata, deseaba que su hijo conociera un día el viejo Tucumán en su Argentina y particularmente la zona de Loreto donde encontraba Chimpa-Machu, que es el lugar exacto, la raíz de nuestra madera. Formidable manera de referirse a la tierra de sus ancestros, a ese árbol familiar del que también nació su guitarra, de madera.

- Inspirado en Atahualpa Yupanqui. Cartas a Nenette