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jueves, 18 de junio de 2015

Un mar, un océano

Efraín Bartolomé es un querido poeta mexicano nacido en Ocosingo Chiapas, en el sur  verde de México. Por lo contrario escribo desde el desierto de Chihuahua.Pero tenemos algo en común y es el amor por los frutos de la tierra. Almendras en el sur y nueces en el norte. Estos hermosos frutos tiene la belleza escondida pues su presentación ante el mundo de la mirada es por demás austera  -sin el atractivo de los frutos carnosos, coloridos, jugosos y perfumados. Las almendras y las nueces tiene una austeridad minimalista y fundamental. Por eso y por más Efraín dejó que la mano de su inspiración anotara estas hermosas lineas: En la tradición poética celta, la avellana es un símbolo de sabiduría concentrada: algo dulce, compacto y alimenticio encerrado en una pequeña concha dura. Unión feliz de fondo y forma: gota de poesía. Si cada almendra, si cada nuez es una gota de poesía , nuestros árboles cuajados de frutos son un océano de las delicias, un mar  de bendiciones poéticas contenidas en cada pequeño y modesto fruto.

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lunes, 1 de julio de 2013

Acordarse





Acordarse del agua en la sequía 
no hace brotar ni florecer los ramos, así anotó Antonio Gala en uno de sus poemas para recordarnos que las oportunidades llegan, están y se marchan y si no las tomamos es tiempo desperdiciado. Bien sabemos los hombres de este desierto nuestro qué significa la palabra sequía. Sabia reflexión que halla su espejo, su eco distante en la expresión de la gente de nuestro desierto amante de las nogaleras: Dios nos da las nueces pero no las parte. En todo lo emprendido y en todo fruto está la responsabilidad de la mano humana. Esa es nuestra hermosa parte.