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domingo, 25 de enero de 2015

Montaña



Chihuahuan Desert
Para quienes vivimos en el desierto toda montaña nos impone respeto. Nosotros no sabemos de alturas sino de la fina línea del horizonte en nuestra mar de arena. ¿Qué es una montaña?  Es un recordatorio de mi pequeñez y un antídoto contra cualquier intento de autosuficiencia  e importancia. Ahí ha estado la montaña ,desde cuando no había una sola voz humana en este mundo. Yo, en mi pequeñez sumo segundos, horas, días, unas cuantas decenas de años y volveré a ser un poquito de arena errante. La montaña lleva alta matemática, para contar millones de millones de años contemplando desde su altura los llanos del desierto que buscan al mar. Y si por algún extravío o locura , desapareciera toda voz humana de este pequeño planeta azul ,la montaña y el mar seguirán…

miércoles, 14 de agosto de 2013

La curiosidad

Los seres humanos desde que habitamos en este pequeño planeta somos implacables curiosos, descubridores, exploradores. Tierra, aguas, vientos, fuegos, desiertos blancos y de arena, selvas y cumbres...todo se ha indagado. Felix Baumgartner es de esa estirpe y saltó desde la estratósfera en caída libre rompiendo la velocidad del sonido.A una pregunta respondió: "... A veces tienes que subir muy alto para comprender cuán pequeño eres". Cada nueva aventura es un espejo donde nos vemos y nos conocemos un poco más.

lunes, 8 de abril de 2013

A veces...

Que toda mirada es  tan relativa no queda duda cuando sentimos que somos unos liliputienses al detenernos junto a un rascacielos. Pero cuando mi buen Argus me mira con ojos de cordero degollado para que le comparta de mi pan entonces redescubro su mundo canino, que siempre me mira de abajo para arriba y soy su rascacielos cercano y familiar   -excepto cuando los dos nos hacemos del mismo tamaño y jugamos a flor del piso-  Todo depende pues desde dónde miramos y desde dónde somos mirados. Recuerdo con cariño al flaco Julio, el inolvidable, cuando apuntó: A veces soy más grande que el caballo que monto. Y otros días me caigo en uno de mis zapatos. 



domingo, 5 de junio de 2011

De grandeza y pequeñez

Un ejercicio básico del aprendizaje de nuestra lengua es la correcta conjugación de los verbos, sus tiempos y personas. Por ejemplo el verbo nacer. Nacer, precondición para poder pensar sobre la vida. Unida al nacer está la pequeñez o la grandeza humana. Es un rasgo distintivo de nuestra cultura la fascinación que la grandeza ejerce en no pocos humanos. Pues resulta que estaba mi buen amigo Enrique disfrutando de su periódico junto a su café infaltable y al comentar juntos algunas noticias salió a relucir el tema de la grandeza de ciertos políticos, de ciertos científicos, filósofos y monarcas. Hizo una pausa y Enrique me regaló esta redonda  conclusión que si mi memoria es fiable dijo así: Algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande. De tal manera es cierta esta observación que la grandeza de unos puede ser una luz brillante en la noche oscura del conocimiento o puede ser la piedra atada al cuello que los hunde en las profundidades oceánicas.