Hay inventos que son tan elementales y
maravillosos como la rueda que una
vez imaginada y dada, se estableció el principio y toda su historia no ha
sido más que variaciones sobre el mismo
tema –en cuanto a dimensiones,materiales,colores y apariencia y nada más. Igual
suerte corre el formidable invento llamado
el puente. El puente que, en su origen, es unir el
abismo entre dos orillas. Puente
entre las aguas, en el vacío o entre las nubes pero al cabo es un puente. De la misma manera, la galería
de los puentes en la historia humana es formidable por sus diseños, que cubren
distancias y alturas mayores en una especie de competencia. Pero el principio
siempre es y será el mismo: unir dos
orillas ,salvar un abismo. En otro orden de realidades me he preguntado por
el papel que juega nuestra mortalidad
,el hecho de tener que morir. Hoy he visto con no poca sorpresa y admiración cómo
la tradición cristiana y budista ven a la muerte como el gran puente que hemos de transitar sin miedo,
pues no es un puente absurdo que quede
trunco, no es un puente que se ha construido para dejarnos caer en el
abismo sino para caminar con pie firme y confiado pues
une a este mundo visible con el invisible. La peculiaridad del camino humano es
que nuestro punto de partida se culmina con el puente necesario que nos permite llegar a todos a nuestro destino final.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
domingo, 31 de marzo de 2013
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