domingo, 4 de mayo de 2014

Tener

GPH
Es patente que en nuestras vidas pasamos de pensar en quién soy al qué hago y al qué tengo. Una referencia clara a los tres verbos básicos de la vida:ser, hacer y tener.  Sobre esos tres reinos se ha escrito de manera incalculable. Hoy me detengo en el asunto de tener, qué tener, cuánto tener, cómo tener. Requerimos de discernimiento para saber qué tener, moderación para decidir cuánto tener, y una conducta recta sobre cómo alcanzar lo que tenemos  -tema de la relación entre los medios y el fin-  El tener es causa de satisfacciones, alegrías y también preocupaciones, ansiedad y conflictos  que pueden llevar hasta perder la vida o matar a otros por tener. Pero suele suceder que, de vez en cuando, volvemos a un punto cero, pues perdemos en segundos todo lo que tenemos, llámese incendio, inundación, terremoto o naufragio. Son situaciones en el límite y entonces se abre una luz para nosotros que los viejos rancheros de nuestro desierto conocen desde siglos atrás: Un hombre sólo tiene lo que no puede perder en un naufragio. ¿Qué no puede quitarme un naufragio? Me quedo con esta pregunta , agradecido a la vida y a mis amigos de estas tierras.

1 comentario:

Carolina Castro Parra dijo...

¿Puede ser que nunca se haya tenido nada? Al menos materialmente hablando. ¿Qué pasa cuando la persona ha vivido toda la vida cómodamente a expensas de sus padres y, si bien tiene deseos de buscar su propia independencia económica, le parece que el tener, hasta el momento no le ha representado mayor problema en su vida ni cree que en el futuro lo haga, teniendo como ejemplo no deseable la vida de su padre... esta persona no posee nada que no haya venido de sus padres, nada propio, nada de su propio esfuerzo... nada material...