Cuando observo detenida y
amorosamente a los niños descubro que ellos descubren primero las cualidades de
las cosas ,de los animalitos y de las personas. Sólo más adelante y por obra de
la cultura en la que están domesticados aprenden el lenguaje de lo
cuantitativo. Para muestra un botón en boca de nuestro querido A de Saint
Exupery: A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo,
jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar:
¿qué tono tiene su voz? ¿qué juegos prefiere? ¿le gusta coleccionar mariposas?,
pero en cambio preguntan: ¿qué edad tiene? ¿cuántos hermanos? ¿cuánto pesa?
¿cuánto gana su padre?. . . Solamente con estos detalles creen conocerle.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
martes, 7 de octubre de 2014
lunes, 6 de octubre de 2014
Olores de ciudad
Podemos hacer un mapa de la vida de acuerdo con los olores emblemáticos que la han poblado. Además de nuestra propia casa descubrimos que en la casa grande llamada ciudad hay olores inconfundibles como el del aula en el primer día de clases con un pizarrón recién pintado y los cuadernos y útiles nuevos. ¡Ese olor a tinta ,papel y pintura! El olor del hospital mezcla de formol y antisépticos y el kreso en los baños. Muy cerca esta el olor del subte como le dicen en Buenos Aires -contracción de subterráneo.Una suma de olores mezcla de aire denso con aceites y grasa que chorrean de las ruedas. Al olor se le suma esa oscura profundidad interminable que alternadamente se ilumina de rojo o verde para anunciar la llegada y partida del subte.Oscuridad como boca de lobo para cualquier niño que osa descender a la entraña de la tierra.Los viajes me han mostrado que cada ciudad tiene un olor característico. Así , unas ciudades huelen a viejo y otras a pescado, como hay otras,tan modernas y desodorizadas, que parecen sin vida.
Salto del agua
Hay una fuente de agua
en el centro de la ciudad de México desde el tiempo del virreinato. En los
tiempos del metro o transporte
subterráneo de la gran ciudad, se bautizó a una de sus estaciones como Salto
del agua. El agua salta y es saltarina sea en el Iguazú, el Niágara o en
Baseasachic. Cuando el agua se cansa de saltar ,fluye, se hace remanso y se va
a dormir convirtiéndose en leve sueño llamado vapor. Pero si algo la sobresalta y se asusta se contrae, de tal
manera, que se convierte en un cubo de hielo. Solo con masajes y cariño se ablanda, gotea, chorrea, corre, brinca, se
convierte en ola, lame la arena, juega con las piedras y compone, extrañas,
pero hermosas canciones marinas.
sábado, 4 de octubre de 2014
Para escribir
La lapicera
o el lapicero, según se prefiera, nació para escribir. El lapicero o la
lapicera es como el gato que ronronea y pasa su
cola por entre mis piernas. La lapicera o lapicero se cuelga de nuestra
camisa con un ganchito o habita en un bolsillo cerca del corazón al calor del
corazón, al ritmo del corazón. Y cuando la lapicera o lapicero ya ha madurado
una idea, unas líneas, una pequeña prosa, una carta, salta directamente a mi mano y estoy escribiendo,
lo que después transcribo en este teclado, que deja en la penumbra tibia a mi lapicero o lapicera. Ahí, calladita, cocinará alguna nueva historia.
viernes, 3 de octubre de 2014
Buenas noticias
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Las turas... |
jueves, 2 de octubre de 2014
Pueblos viejos
Llegar al desierto. Pueblos viejos llenos de rancheros y vaqueros y terrazas sembradas de nogales .Pueblos viejos con sus niños nuevos y sus viejos de piel quemada y arrugada con alma de niño. Unos y otros se sientan por las tardes en los cercos de los ranchos bajo la fronda de los álamos esperando que el sol se duerma y escuchando el llamado del sueño -mientras la tierra vibra bajo el paso diario del tren de la tarde que va la frontera siempre hacia el norte.
Pueblos viejos del desierto con aroma a leños humeantes de esos fogones de invierno llenos de trabajos y de calor familiar. Tierra de nuestros padres y de los abuelos de nuestros abuelos, tierra buena para el porvenir para los hijos de los hijos que vendrán.
miércoles, 1 de octubre de 2014
Una sola hoja
Nuestra madre natura es
misteriosa e incomprensible en totalidad. Ayer se desató una tormenta con
derroche de truenos, relámpagos, rayos y el cielo se venía abajo en olas
sucesivas –un espectáculo asombroso en las sequedades de nuestro desierto. El
pequeño manzano perdió todas sus hojas menos una. Una pequeña y solitaria hoja
sobrevivió al embate de los vientos, de las aguas y al estruendo celestial. Así
sucede en otros planos de la vida. Caen unos a la izquierda y caen otros a la
derecha y de quien menos podríamos esperar sobrevive callado a los rigores de
la madre natura -quien de tarde en tarde, juega con
nosotros y nos pone a prueba.
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