lunes, 7 de diciembre de 2015

4 pasos para…






Antes de tomar decisiones importantes:
Dentengámonos
Aquitemos los ruidos exteriores –es fácil-
Aquietemos los ruidos interiores  -nos llevará toda la vida-
1.     Aquietemos la mente hasta sentir una cierta suavidad…algo parecido a  cuando nos lavamos la cara  con jabón y agua tibia .
2.     Aquietemos la mente hasta observar que estamos en una lentitud serena para pensar y sentir.
3.     Lleguemos a sentir quietud,  no sólo en el cuerpo que es fácil, no sólo en la mente con sus pensamientos, que lleva más tiempo sino quietud en el corazón ,es decir, que estemos serenos y por encima   de la impulsividad  propia del me-gusta o no me gusta, sino enfocados en el :  ¿qué es bueno y mejor?
4.     Lleguemos a sentir paciencia donde todo puede esperar, pero lo necesario es estar con nosotros mismos.  Lo contrario es la impaciencia, la vuelta apresurada a la acción.

Así, estaremos más concentrados en este proceso para tomar una decisión sabia que estar concentrado en las opiniones de cualquier persona. Esto es lo que se llama estar “fuera de este mundo” que no es otra cosa que construir un tiempo y espacio a un costado del trajín diario para hacer lo que de veras es importante: aquietarnos,serenarnos y vivir estos 4 sencillos pasos…

domingo, 6 de diciembre de 2015

Humanidad



Es común escuchar expresiones pesimistas acerca de la condición actual del mundo, de los pueblos y los individuos. Pensemos en las olas de violencia, guerras fratricidas, ejecuciones vistas alrededor del mundo. Se agrava el tono al hacer comparaciones del presente  con tiempos idos. Pero todo el llamado “mal del mundo” no lo causa la naturaleza, ni los mares ni las montañas. El “mal del mundo” reside en nuestras mentes, en nuestros corazones y actúa  a través de nuestras manos. Así que es nuestra responsabilidad ser de otra manera. Tengo cerca, muy cerca de mi las palabras de “Alma grande” Gandhi: “No pierdas la fe en la humanidad. La humanidad es como un océano.; si algunas gotas del océano están sucias, el océano no se convierte en algo sucio.”



sábado, 5 de diciembre de 2015

Un para qué




Decir “finalidad” es aludir al para qué de algo. Si nos preguntamos por el para qué de nuestra vida podemos dar casi incalculables respuestas. Cada tiempo de la historia humana suele privilegiar el para qué estamos vivos y el para qué nuestros afanes cotidianos. La segunda mitad del siglo 20 y lo que va de este siglo 21 parece que gira en torno al deseo de “prosperar” y vivir la “prosperidad material”.  Ante este panorama Elena Poniatowska hizo esta anotación luminosa en su libreta de reportera:  La finalidad de la vida no es prosperar  –solamente-   sino transformarse”   es decir, ganar conciencia clara y congruente  de nosotros, de los seres humanos y del mundo –en el que vivimos


viernes, 4 de diciembre de 2015

Una semilla



Ante esa exagerada importancia que nos damos los humanos, los pueblos, las naciones, los imperios me ayuda la desenfadada sencillez de A. Watts cuando anotó en su cuaderno otra mirada sobre nuestra “realidad”:  “El ser humano es una semilla que vive en una bola de roca poco importante, que gira alrededor de una estrella insignificante en la periferia de una de las galaxias más pequeñas”   Si ejercitamos nuestra mirada, nuestra pretendida y sobrevaluada importancia se convertirá en una sencilla actitud de solidaridad y servicio a los seres humanos.




jueves, 3 de diciembre de 2015

La verdadera conquista




Al bajar de la cumbre del Everest  les preguntaron  a Edmund Hillary y Tenzing Norgay qué significó semejante esfuerzo y perseverancia  para conquistar la cumbre más alta del mundo. La respuesta de estos hombres fue unánime: "No es la montaña lo que hemos conquistado sino a nosotros mismos" He aquí el secreto  que centra la atención no en la exterioridad de las circunstancias sino en la actitud interior ante los desafíos e imponderables que nos presenta la vida a lo largo del viaje.

Tarea del escritor



Los escritores escriben y los pintores pintan y los músicos escriben e interpretan música pero cada cual comprende y define de manera única su quehacer. Hoy me detengo en Salman Rushdie el novelista indio historiador en el origen: "Una de las tareas del escritor es decir lo indecible, hablar de lo no hablado y hacer preguntas difíciles que pocos quieren hacer" Hay una suerte de imaginación popular que ve al escritor como quien trata de cosas entretenidas y divertidas solamente pero también hay retos, valentía y coraje para escribir sobre las fibras más sensibles de la vida en el presente humano.Rushdie lo hace.